Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Hechos 10:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

14 ―¡Señor, no! —exclamó Pedro—. Jamás he comido animales impuros o inmundos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

14 —No, Señor —dijo Pedro—. Jamás he comido algo que nuestras leyes judías declaren impuro e inmundo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Pedro contestó: '¡De ninguna manera, Señor! Jamás he comido nada profano o impuro.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

14 Pero Pedro dijo: De ningún modo, Señor; porque ninguna cosa común e inmunda comí jamás.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 'De ninguna manera, Señor -respondió Pedro-, nunca he comido yo nada profano o impuro'.

Féach an chaibidil Cóip




Hechos 10:14
19 Tagairtí Cros  

Pero Lot les dijo: ―Por favor, señores míos, ya que han sido tan buenos y misericordiosos conmigo al salvarme la vida, yo les ruego que no me envíen a las montañas, ya que me da miedo que la destrucción me alcance en el camino, y muera.


¡Jamás accederé a esto! Si quieren ir a adorar al Señor, entonces vayan solamente ustedes los hombres. Luego echaron de la presencia del faraón a Moisés y a Aarón.


Luego yo dije: «Oh Señor Dios, ¿por qué debo yo contaminarme empleando excrementos? Yo nunca antes he estado contaminado en toda mi vida. Desde que era niño hasta ahora, jamás he comido ningún animal que haya muerto enfermo o que haya encontrado lastimado o muerto, y nunca he comido de las clases de animales que nuestra ley prohíbe».


Los sacerdotes nunca podrán comer de cualquier ave o animal que muera de muerte natural o después de ser atacado por otros animales.


Pero Daniel se propuso no contaminarse comiendo la comida y el vino que el rey les daba. Por lo tanto, pidió permiso al jefe del personal para comer otras cosas.


Por tanto, harán distinción entre las aves y animales impuros que no pueden comer y los que sí pueden comer. No se contaminen ustedes mismos ni se hagan odiosos delante de mí, comiendo animales o aves que yo les haya prohibido, aunque la tierra esté llena de ellos.


Lo que daña el alma no es lo que entra por la boca, sino los pensamientos malos y las palabras con que estos se expresan.


Pedro, inquieto, lo llamó aparte y lo reprendió: ―¡Dios guarde, Señor! —le dijo—. ¡A ti no te puede pasar eso que dices!


Las otras, las prudentes, respondieron: “No tenemos suficiente aceite para darles. Vayan a la tienda y compren”.


cuando, de pronto, un leproso se le acercó y se puso de rodillas ante él. ―Señor —suplicó el leproso—, si quieres, puedes curarme.


Notaron que los discípulos de Jesús comían con manos impuras, es decir, sin habérselas lavado.


pero su madre dijo: ―¡No! Tiene que llamarse Juan.


La mujer le dijo: ―Señor, ni siquiera tienes con qué sacar el agua y el pozo es muy hondo. ¿Cómo me vas a dar agua que da vida?


―Pedro —le dijo una voz—, mata y come.


Entonces Pedro les dijo: ―Ustedes saben que al entrar yo aquí estoy quebrantando la ley judía que prohíbe entrar a la casa de un gentil. Pero Dios me ha mostrado en visión que no debo considerar profana o impura a ninguna persona.


Yo pregunté: “¿Quién eres, Señor?”. »Él me contestó: “Yo soy Jesús de Nazaret, al que tú persigues”.


―¿Quién eres, Señor? —preguntó. ―Yo soy Jesús —le contestó la voz—, a quien tú persigues.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí