Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Hebreos 5:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

5 Ni siquiera Cristo eligió él mismo ser sumo sacerdote, sino que Dios lo eligió y le dio ese honor cuando dijo: «Tú eres Hijo mío, yo te he engendrado hoy».

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Por eso, Cristo no se honró a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino que fue elegido por Dios, quien le dijo: «Tú eres mi Hijo. Hoy he llegado a ser tu Padre».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Y tampoco Cristo se atribuyó la dignidad de sumo sacerdote, sino que se la otorgó aquel que dice: Tú eres mi Hijo, te he dado vida hoy mismo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Así también el Mesías no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Mi Hijo eres Tú, Yo te he engendrado hoy.°

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino que se la confirió aquel que le dijo: Tú eres Hijo mío, yo te he engendrado en este día.

Féach an chaibidil Cóip




Hebreos 5:5
12 Tagairtí Cros  

Su elegido responde: «Yo revelaré los eternos propósitos de Dios, pues el Señor me ha dicho: “Tú eres mi hijo. Hoy mismo te he concebido.


Pero tú, Belén Efrata, aunque eres sólo un pequeño pueblo de Judá, serás el lugar de donde nacerá el rey que gobernará a Israel. Este rey pertenece a una familia muy antigua y su linaje se remonta hasta tiempos muy lejanos.


»Dios amó tanto al mundo, que dio a su único Hijo, para que todo el que cree en él no se pierda, sino tenga vida eterna.


El que habla por su cuenta busca su propia gloria. Por el contrario, el que busca la gloria del que lo envió es una persona justa y dice la verdad.


Jesús les respondió: ―Si yo me doy gloria a mí mismo, mi gloria no sirve de nada. Pero el que me da la gloria es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios.


La ley no pudo liberarnos porque nuestra naturaleza pecaminosa anuló su poder. Pero Dios envió a su propio Hijo con un cuerpo humano igual en todo al nuestro para entregarlo en sacrificio por nuestros pecados, y así destruyó el dominio del pecado sobre nosotros.


En tiempos remotos, Dios habló muchas veces y de varias maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas;


En efecto, Dios jamás le dijo a ningún ángel: «Tú eres mi Hijo y hoy mismo te he formado». Y en otro pasaje dice: «Yo seré su Padre y él será mi Hijo».


Por eso era necesario que en todo fuera semejante a sus hermanos, pues sólo así podía ser un sumo sacerdote fiel y misericordioso al servicio de Dios, con el propósito de pagar por los pecados del pueblo.


Por lo tanto, hermanos míos, a quienes Dios ha apartado para sí y que participan en el mismo llamado de la salvación, piensen ahora en Jesús, apóstol y sumo sacerdote de nuestra fe.


Y Dios lo nombró sumo sacerdote de la misma clase de Melquisedec.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí