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Hebreos 10:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

30 Sabemos que el Señor dijo: «Yo soy el que se vengará; yo pagaré». Y también dijo: «El Señor juzgará a su pueblo».

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Pues conocemos al que dijo: «Yo tomaré venganza; yo les pagaré lo que se merecen». También dijo: «El Señor juzgará a su propio pueblo».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Conocemos al que dijo: A mí me corresponde la venganza, daré a cada cual su merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, Yo pagaré. Y otra vez: El Señor° juzgará a su pueblo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Pues bien conocemos al que ha dicho: Para mí la venganza y el dar lo merecido. Y en otro lugar: El Señor hará justicia a su pueblo.

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Hebreos 10:30
18 Tagairtí Cros  

Porque el Señor restituirá a su pueblo, y tendrá compasión de sus siervos.


El cielo y la tierra serán sus testigos cuando él juzgue a su pueblo:


Señor, Dios de las venganzas; Dios de las venganzas, ¡manifiéstate!


Porque el Señor viene a juzgar la tierra. Con justicia y verdad juzgará a las naciones.


Porque el Señor viene a juzgar la tierra. Él juzgará al mundo con justicia y a los pueblos con igualdad.


Se vistió colocándose la justicia como armadura y puso en su cabeza la salvación como un yelmo. Se puso vestiduras de venganza y de santa furia.


El Señor me ha enviado a decir a los que lloran que ha llegado para ellos la hora de la compasión de Dios, y el día de su ira contra los enemigos de ellos.


Porque ha llegado la hora de que yo vengue a mi pueblo, de que los libere de la tierra de sus opresores.


¡Yo juzgaré a cada uno de ustedes, oh Israel, y castigaré o recompensaré a cada uno de acuerdo con sus propias acciones! ¡Oh israelitas, arrepiéntanse de sus maldades mientras aún hay tiempo!


»”Y en cuanto a ustedes, oh mi rebaño, mi pueblo, el Señor Dios dice: ¡Yo distinguiré entre corderos y cabritos, y entre carneros y cabras!


»No busquen la venganza. No conserven rencor en el corazón, sino amen a su prójimo como a ustedes mismos, porque yo soy el Señor.


El Señor es celoso con todos los que ama y por eso castiga a los que les causan daño y destruye a sus enemigos con furor.


Queridos hermanos, nunca tomen venganza sino déjensela a Dios, porque así está escrito: «A mí me corresponde vengarme. Yo le daré su pago a cada quien, dice el Señor».


Dios ha puesto al servicio de él a las autoridades para tu beneficio. Pero si estás haciendo algo malo, claro que tienes que temerlas, porque para eso tienen armas para castigarte. Para eso las ha puesto Dios, para actuar con justicia y castigar a los malhechores.


Un día tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, y seremos juzgados. Cada uno recibirá lo que merezca por las buenas o las malas cosas que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.


Señor, puesto que el Señor te ha impedido cometer un asesinato y tomar venganza por tus propias manos, te ruego por el Señor y por tu propia vida también que sean malditos como Nabal todos tus enemigos.


Dios le dará muerte algún día, o morirá en una batalla o de vejez.


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