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Génesis 6:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

11-13 Dios vio que la humanidad se había degenerado, y practicaba la violencia. La depravación llegó a tal extremo que un día Dios le dijo a Noé: «He decidido destruir a la humanidad, porque por su culpa hay mucha violencia y corrupción en la tierra. Sí, voy a destruir a toda la gente junto con lo que hay en el mundo.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

11 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Ahora bien, Dios vio que la tierra se había corrompido y estaba llena de violencia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 El mundo se corrompió a los ojos de Dios y se llenó de violencia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y se corrompió la tierra en presencia de ’Elohim, y se llenó la tierra de violencia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 La tierra se pervirtió ante Dios y estaba llena de violencia.

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Génesis 6:11
22 Tagairtí Cros  

Con la ayuda del Señor llegó a ser un cazador muy valiente. Por eso, se hizo popular decir: «Tan valiente como Nimrod, quien llegó a ser un excelente cazador porque el Señor lo ayudó».


Los habitantes de Sodoma eran muy perversos y ofendían mucho al Señor con sus horribles pecados.


Noé tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.


Después el Señor le dijo a Noé: «Entra en el barco con toda tu familia, porque tú eres el único hombre bueno que vive en este tiempo.


Él pone a prueba al justo y al malvado; aborrece a los que aman la violencia.


No permitas que prosperen los mentirosos aquí en nuestra tierra; que la calamidad caiga con gran fuerza y violencia.


Oh Señor, destrúyelos y confunde su lenguaje; porque veo violencia y luchas en la ciudad.


Por eso, el Señor le dijo a Moisés: ―Date prisa, desciende, porque el pueblo que sacaste de Egipto se ha contaminado,


La violencia desaparecerá de su tierra, cesará toda guerra. Las murallas de Jerusalén tendrán por nombre «Salvación» y sus portones, «Alabanza».


En ella se ve la impiedad por todos lados, en sus calles resuena el eco de la violencia, gente gritando que le han robado o golpeado.


Tu gran riqueza te llenó de inquietud interior y empezaste a cometer falta tras falta. Por lo tanto yo te eché del monte de Dios como a un infractor cualquiera. ¡Yo te desalojé, oh querubín protector, de ese lugar privilegiado donde habitabas!


«¿Te das cuenta de lo que están haciendo?», me preguntó. «¿No significa nada para los hombres principales del pueblo de Judá cometer estos terribles actos, conduciendo a toda la nación a la idolatría? Además que aumentan su provocación haciéndome gestos de burla.


Señor, ¿por cuánto tiempo debo clamar pidiéndote ayuda sin que me oigas? ¿Hasta cuándo te pediré que nos salves de esta cruel violencia?


Cortaste los bosques del Líbano; ahora tú serás cortada. Fuiste el terror de los animales que cayeron en tus trampas; ahora el terror te alcanzará a ti, debido a la violencia con que trataste a nuestro país y a nuestras ciudades.


¡Te pagarán con tu misma moneda! Así como tú robaste a muchas naciones, habrá naciones que te robarán a ti. De esa manera pagarás por toda tu violencia, por todos los crímenes que cometiste en las ciudades del país.


Zacarías y Elisabet eran piadosos e intachables delante de Dios,


ya que no son los que oyen la ley los que son justificados, sino quienes la obedecen.


Sabemos que esto que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella. Por eso, el mundo entero tiene que callar y todos tendrán que reconocer que el juicio de Dios es justo.


Yo sé que después de mi muerte, ustedes se corromperán y se apartarán del Señor y de sus mandamientos, y en los días venideros el mal los aplastará porque harán lo que el Señor dijo que era malo, y la ira del Señor se encenderá».


Pero cuando el juez moría, el pueblo volvía a hacer lo malo y lo hacía aún peor que sus antepasados. Adoraban nuevamente a otros dioses. Obstinadamente regresaban a las costumbres perversas de las naciones que los rodeaban.


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