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Génesis 50:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

17 «Díganle a José que, por favor, les perdone a sus hermanos el mal que le hicieron». Así que los emisarios fueron y le dieron el mensaje a José. Además, añadieron: «Te rogamos que perdones el pecado de estos siervos del Dios de tu padre». Cuando José oyó el mensaje, se conmovió profundamente y lloró.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 te dijéramos: “Por favor, perdona a tus hermanos por el gran mal que te hicieron, por el pecado de haberte tratado con tanta crueldad”. Por eso nosotros, los siervos del Dios de tu padre, te suplicamos que perdones nuestro pecado». Cuando José recibió el mensaje, perdió el control y se echó a llorar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Por favor, perdona el crimen de tus hermanos y el pecado que cometieron cuando te trataron mal. Ahora debes perdonar su crimen a los servidores del Dios de tu padre. José, al oír este mensaje, se puso a llorar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Así diréis a José: Te ruego que perdones la transgresión de tus hermanos y su pecado, pues te pagaron con mal. Y ahora, te rogamos que perdones la transgresión de los siervos del Dios de tu padre. Y mientras hablaban con él, José lloraba.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 'Hablad a José de esta manera: perdona, por favor, la iniquidad de tus hermanos y el pecado que cometieron cuando te trataron mal. Perdona, pues, ahora, el pecado de los servidores del Dios de tu padre''. Lloró José al oír estas palabras.

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Génesis 50:17
24 Tagairtí Cros  

En realidad, de no ser por la gracia del Dios de mi abuelo Abraham, el glorioso Dios de mi padre Isaac, tú me habrías despedido sin abonar un centavo a mi cuenta. Pero Dios vio tu crueldad y mi duro trabajo, y por eso es que se te apareció anoche y te reprendió.


Sí, Dios, y no ustedes, fue el que me envió a Egipto. Dios me puso por consejero del faraón y por administrador de toda la nación, gobernador de toda la tierra de Egipto.


¡Que el Dios de tus padres, el Todopoderoso, te bendiga con bendiciones celestiales y con bendiciones del profundo mar, con bendiciones de los pechos y bendiciones de la matriz.


Así que le enviaron a unos mensajeros, para que le dijeran a José que su padre, antes de morir, había dicho:


Luego llegaron sus hermanos, y cayendo de rodillas delante de él le dijeron: ―Aquí estamos para ser tus esclavos.


En lo que a mí respecta, Dios convirtió en bien el mal que ustedes quisieron hacerme, y me puso en el alto cargo que ahora desempeño a fin de que salvara la vida de mucha gente.


Porque esos hombres traman en contra tuya, Señor, pero jamás triunfarán.


El que disimula su pecado no prosperará; pero el que lo confiesa y lo deja, obtendrá misericordia.


Y el que le dé al más humilde de mis discípulos un vaso de agua por el simple hecho de que es mi discípulo recibirá su recompensa: esto se lo aseguro yo a ustedes».


»Así hará mi Padre celestial al que se niegue a perdonar a algún hermano».


»Yo, el Rey, les responderé: “Todo lo que hicieron a mis hermanos necesitados a mí me lo hicieron”.


y perdona nuestros pecados, así como nosotros perdonamos a los que nos han hecho mal.


Cuando los demás discípulos oyeron lo que Jacobo y Juan habían pedido, se enojaron con ellos.


Por lo tanto, hagamos el bien a todos cada vez que se presente la oportunidad, y especialmente a los que, por la fe, son de la familia.


Que la misericordia y la paz de Dios reposen sobre los que viven de acuerdo con esta norma y sobre el Israel de Dios.


Al contrario, sean bondadosos entre ustedes, sean compasivos y perdónense las faltas los unos a los otros, de la misma manera que Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.


Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.


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