Génesis 38:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 200825 Pero, cuando la sacaban para quemarla, ella le envió el siguiente mensaje a su suegro: «El dueño de este sello de identificación, de este cordón y de este bastón es el padre de mi hijo. ¿Los reconoces?». Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196025 Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta. También dijo: Mira ahora de quién son estas cosas, el sello, el cordón y el báculo. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente25 Pero cuando la sacaban para matarla, ella envió el siguiente mensaje a su suegro: «El dueño de estas cosas fue quien me dejó embarazada. Fíjese bien. ¿De quién son este sello, este cordón y este bastón?». Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)25 Pero cuando ya la llevaban, ella mandó a decir a su suegro: 'Me ha dejado embarazada el hombre a quien pertenecen estas cosas. Averigua, pues, quién es el dueño de este anillo, este cordón y este bastón. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion25 Pero mientras era sacada, envió a decir a su suegro: ¡Del varón a quien pertenecen estas cosas estoy embarazada! Y dijo: Reconoced ahora, ¿de quién es este sello, el cordón y la vara? Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197525 Cuando la sacaban fuera, envió ella a decir a su suegro: 'Del hombre a quien pertenecen estas cosas estoy yo embarazada'. Y añadió: 'Comprueba de quién son este sello, este cordón y este bastón'. Féach an chaibidil |
Como el ladrón, la única vergüenza que Israel conoce es que lo atrapen. Reyes, príncipes, sacerdotes y profetas, en esto son iguales. A un poste labrado lo llaman padre suyo, y tienen por madre un ídolo labrado en piedra. ¡Pero cuando le llegan los tiempos de angustia es a mí a quien recurren pidiendo salvación!
Por eso, no se precipiten a sacar conclusiones sobre si alguien es buen siervo o no. Esperen a que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad, y pondrá al descubierto las intenciones del corazón. Cuando ese momento llegue, cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca.