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Génesis 28:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

14 Tus descendientes serán tantos como el polvo de la tierra. Llenarán la tierra de este a oeste y de norte a sur. Todas las naciones de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 ¡Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra! Se esparcirán en todas las direcciones: hacia el oriente y el occidente, hacia el norte y el sur; y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra y te extenderás por oriente y occidente, por el norte y por el sur. A través de ti y de tus descendientes serán bendecidas todas las naciones de la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el mar, al oriente, al norte y hacia Neguev. Y en ti y en tu descendencia serán benditas todas las familias de la tierra.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Tu descendencia será como el polvo de la tierra; y te extenderás a occidente y a oriente, al septentrión y al mediodía, y en ti y en tu descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra.

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Génesis 28:14
26 Tagairtí Cros  

A los que te bendigan, yo los bendeciré; pero a quienes te maldigan, yo los maldeciré. ¡Por medio de ti, yo bendeciré a todos los pueblos del mundo!».


Después de que Lot se fue, el Señor le dijo a Abram: «Mira toda la tierra que tienes a tu alrededor por el norte, el sur, el oriente y el occidente. Toda esa tierra será para ti y para todos tus descendientes.


Además, tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. De modo que sólo quien sea capaz de contar el polvo de la tierra, podrá contar a tus descendientes.


¿Acaso no lo convertiré en una nación grande y poderosa, y haré que sea una fuente de bendición para todas las naciones de la tierra?


te bendeciré muchísimo. Tu descendencia será tan numerosa como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tus descendientes poseerán las ciudades de sus enemigos.


Por haberme obedecido, todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tus descendientes.


Haré que tus descendientes sean tan numerosos como las estrellas, y les daré todas estas tierras. Por causa de tus descendientes serán bendecidas todas las naciones de la tierra.


Recuerda que tú prometiste que me harías bien y que multiplicarías mis descendientes hasta que llegaran a ser como la arena del mar, de modo que no podrían ser contados».


Él es el Ángel que me ha librado de todo mal. Que estos muchachos hagan perpetua la memoria de mi nombre y la de mis padres Abraham e Isaac, y que lleguen a ser una nación grande.


Pero su padre se rehusó a hacerlo. ―Yo sé lo que estoy haciendo, hijo mío —le dijo—. Manasés también será una nación grande, pero su hermano menor será más importante, y de él saldrán muchos pueblos.


Sólo una cosa puedo pedir, ya que has cumplido la promesa hecha a David mi padre y me has hecho rey sobre una nación tan numerosa como el polvo de la tierra.


Que su nombre perdure para siempre, y continúe mientras el sol brille. Que todos sean en él bendecidos; que todas las naciones lo alaben.


Recuerda lo que le prometiste a tus siervos Abraham, Isaac e Israel cuando juraste por ti mismo: “Yo multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y les daré toda la tierra que he prometido a tus descendientes, y la heredarán para siempre”.


porque pronto no tendrás espacio! Tus descendientes poseerán las ciudades que habían quedado durante el exilio y gobernarán a las naciones que se apoderaron de su tierra.


Son numerosos como el polvo, no se pueden contar. ¡Quién pudiera morir tan feliz como un israelita! ¡Oh, si yo pudiera terminar mi vida como termina la de ellos!».


Óiganme lo que les digo: Muchos gentiles, al igual que este soldado romano, irán de todas partes del mundo a sentarse en el reino de los cielos con Abraham, Isaac y Jacob.


Ustedes son los hijos de aquellos profetas y del pacto que Dios hizo con nuestros antepasados. Dios le prometió así a Abraham: “Por medio de tus descendientes bendeciré a todas las familias de la tierra”.


De la misma manera, Dios les hizo promesas a Abraham y a su descendencia. Noten ustedes que no dice que las promesas eran para los descendientes de Abraham, como si fueran muchos; sino que dice «para su descendencia»; pues bien, esa descendencia es Cristo.


Además, las Escrituras preveían el tiempo en que Dios salvaría también a los gentiles por medio de la fe. Dios le declaró esto a Abraham cuando le dijo: «Por medio de ti bendeciré a todas las naciones».


Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos porque pertenecemos a Cristo.


»Cuando el Señor ensanche tu territorio, si el altar está demasiado lejos de ti, podrás matar tus ovejas y vacas en tu propia tierra, como lo haces actualmente con las gacelas y los ciervos. Aun las personas que estén ceremonialmente impuras podrán comer de ellos.


No conservarás nada del botín. Entonces el Señor aplacará su furor y tendrá misericordia de ti; tendrá compasión de ti y te hará una gran nación, como prometió a tus antepasados.


Escuché el número de los que fueron sellados: ciento cuarenta y cuatro mil de todas las tribus de Israel: de Judá 12.000 de Rubén 12.000 de Gad 12.000 de Aser 12.000 de Neftalí 12.000 de Manasés 12.000 de Simeón 12.000 de Leví 12.000 de Isacar 12.000 de Zabulón 12.000 de José 12.000 de Benjamín 12.000


Luego vi frente al trono y delante del Cordero a una gran multitud de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, todos vestidos de blanco y con ramas de palma en las manos. Era tan inmensa la multitud que nadie podía contarla.


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