Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Génesis 26:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Abimélec entonces llamó a Isaac y le dijo: ―¡Ah, con que esa mujer es tu esposa! ¿Por qué dijiste que era tu hermana? ―Porque tuve miedo de ser asesinado —replicó Isaac—. Pensé que alguien podría matarme para apoderarse de ella.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

9 Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Al instante, Abimelec mandó llamar a Isaac y exclamó: —¡Es evidente que ella es tu esposa! ¿Por qué dijiste: “Es mi hermana”? —Porque tuve temor de que alguien me matara para quitármela —contestó Isaac.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Entonces Abimelec mandó llamar a Isaac y le dijo: '¡No puedes negar que es tu mujer! ¿Por qué has declarado que es tu hermana?' Isaac le contestó: 'Es que pensé que por causa de ella me podrían matar.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y llamando Abimelec a Isaac, le dijo: Mira, ciertamente ella es tu mujer. ¿Cómo pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque me dije: No sea que yo muera por su causa.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Llamó Abimélec a Isaac, y le dijo: 'Seguramente que es tu esposa. ¿Por qué, entonces decías: 'Es mi hermana'?'. Isaac: respondió: 'Porque me dije: 'Tal vez me maten por causa de ella''.

Féach an chaibidil Cóip




Génesis 26:9
5 Tagairtí Cros  

Entonces el faraón mandó a llamar a Abram, y le dijo: «¿Por qué me has hecho esto? ¿Por qué no me dijiste que Saray es tu esposa?


―¿Cómo pudiste hacernos esto? —exclamó Abimélec—. Alguno, sin saberlo, pudo haberse acostado con ella, y todos habríamos cargado con las consecuencias de ese pecado.


Pero algún tiempo después, Abimélec, el rey de los filisteos, miró por la ventana y vio a Isaac acariciando a Rebeca.


Jesús le contestó: ―¡Felipe! ¿Ya llevo mucho tiempo entre ustedes y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, también ha visto al Padre. ¿Cómo puedes decirme: “Déjanos ver al Padre”?


Fue entonces cuando Pedro comprendió la realidad: «No cabe duda», se dijo. «El Señor ha enviado a su ángel a salvarme de Herodes y de lo que los judíos esperaban hacer conmigo».


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí