Génesis 2:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹⁷ pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no podrás comer, porque el día que comas del fruto de ese árbol, morirás».

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁷ mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁷ excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás».

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁷ pero no comerás del árbol de la Ciencia del bien y del mal. El día que comas de él, ten la seguridad de que morirás.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁷ pero del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás de él, porque el día que comas de él, ciertamente° morirás.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁷ pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas, pues el día en que comas, morirás sin remedio'.

Génesis 2:17 Tagairtí Cros

Génesis 2:9

Dios el Señor hizo que en el jardín se diera toda clase de árboles hermosos y de frutos deliciosos. En el centro del jardín plantó el árbol de la vida y también el árbol del conocimiento del bien y del mal.

Génesis 20:7

Ahora devuélvela a su marido y él orará por ti, porque es profeta, y vivirás. Pero si no la devuelves, entonces, morirás tú junto con todos los de tu casa.

Génesis 3:11

―¿Quién te dijo que estás desnudo? —le preguntó Dios el Señor—. ¿Acaso comiste del fruto del árbol que te ordené que no comieras?

Génesis 3:17

Después Dios le dijo al hombre: ―La tierra estará bajo maldición por tu culpa, pues le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto que te prohibí. Por eso, de aquí en adelante tendrás que trabajar muy duro para conseguir tu alimento.

Génesis 3:19

Para obtener tu alimento tendrás que trabajar mucho, hasta el día de tu muerte; ese día volverás a la tierra de la cual fuiste hecho, pues eres polvo y al polvo tendrás que volver.

1 Reyes 2:42

lo mandó a llamar y le preguntó: ―¿No te ordené, en el nombre de Dios, que permanecieras en Jerusalén, o morirías? Tú respondiste: “Muy bien, haré como tú dices”.

Ezequiel 18:13

y presta su dinero con interés, ¿dejaré con vida a esa persona? ¡No, por cierto morirá, y será su propia culpa!

Ezequiel 18:32

No me agrada verlos morir, dice Dios el Señor. ¡Cambien su forma de vivir, cambien y sigan con vida!

Ezequiel 18:4

Pues todas las vidas para juzgar son mías, la de padres, madres, hijos e hijas por igual, y mi resolución es esta: Es por sus propias faltas que cada persona morirá; hijos e hijas no pagarán por las faltas de los padres.

Ezequiel 33:14

Y cuando yo le digo a la persona impía que morirá, pero se arrepiente de sus maldades y hace lo que es justo y cabal,

Ezequiel 33:8

Si yo digo al impío: ¡Oh hombre impío, morirás!, y tú no le cuentas lo que yo dije, así que no tiene oportunidad de arrepentirse, esa persona impía morirá en castigo por sus maldades, pero yo te tendré a ti como responsable de su muerte.

Números 26:65

Todos los contados habían muerto, porque el Señor había dicho de ellos: «Morirán en el desierto». Las únicas excepciones eran Caleb (hijo de Jefone) y Josué (hijo de Nun).

Romanos 1:32

Saben muy bien que el castigo que impone Dios por esos delitos es la muerte; y sin embargo, continúan cometiéndolos y se deleitan cuando otras personas los practican.

Romanos 6:16

¿No comprenden que si ustedes se entregan a alguien como esclavos, los esclavizará para que le sirvan? Pueden escoger hacer: el pecado y morir, u obedecer y ser justos.

Romanos 6:23

Porque si bien la paga del pecado es muerte, el regalo que nos da Dios es vida eterna a través de Jesucristo nuestro Señor.

Romanos 8:2

porque el poder vivificador del Espíritu, poder que reciben a través de Jesucristo, los libera del poder del pecado y de la muerte.

1 Corintios 15:22

Morimos porque tenemos parentesco con Adán, pero viviremos por estar unidos a Cristo.

1 Corintios 15:56

En efecto, el pecado, que es el aguijón de la muerte, ya no existirá; y la ley, que le da poder al pecado, dejará de juzgarnos.

Gálatas 3:10

Los que se aferran a la ley para salvarse están bajo la maldición de Dios. Las Escrituras dicen claramente: «Malditos los que quebrantan cualquiera de las leyes que están escritas en el libro de la ley de Dios».

Deuteronomio 27:26

“Maldito sea el que no obedece estas leyes”. Y todo el pueblo responderá: “Amén”.

Deuteronomio 30:15

»Mira, yo he puesto en este día delante de ti la vida y la muerte; todo depende de tu obediencia o de tu desobediencia.

Deuteronomio 30:19

»Invoco a los cielos y a la tierra por testigos de que he puesto delante de ti la vida o la muerte, la bendición o la maldición. ¡Ojalá optases por la vida para que tú y tus hijos puedan vivir!

Colosenses 2:13

De hecho, ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y no se habían despojado de su naturaleza pecaminosa; pero Dios nos vivificó con Cristo y nos perdonó los pecados.

1 Timoteo 5:6

Pero la viuda que se entrega al placer, ya está muerta en vida.

Santiago 1:15

Los malos deseos dan a luz el pecado. Después, cuando el pecado se desarrolla completamente, da a luz la muerte.

1 Juan 5:16

Si ven que un hermano comete un pecado que no es mortal, pidan a Dios que lo perdone, y Dios le dará vida, si es cierto que su pecado no es mortal. Pero hay un pecado que sí es mortal, por el cual no digo que se pida.

Apocalipsis 2:11

El que tenga oídos, escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias: El que salga vencedor no sufrirá daño alguno de la segunda muerte.

Apocalipsis 20:14

Y la muerte y el infierno fueron lanzados al lago de fuego. Este lago de fuego es la segunda muerte.

Apocalipsis 20:6

Dichosos y santos los que tienen parte en la primera resurrección; la segunda muerte no podrá hacerles daño, serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años.

Apocalipsis 21:8

Pero los cobardes, los incrédulos, los corruptos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran ídolos y los mentirosos, serán arrojados al lago que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte».

Jueces 3:2

y para que aprendieran lo que era una guerra:

1 Samuel 14:39

Juro por el nombre del Señor que salvó a Israel, que aunque el pecador sea mi hijo Jonatán, morirá. Nadie de la tropa le contestó.

1 Samuel 14:44

―Sí, Jonatán —dijo Saúl—, deberás morir. Que Dios me mate si no eres ejecutado por esto.

1 Samuel 20:31

Mientras ese hombre viva, jamás llegarás a ser rey. ¡Ahora ve, encuéntralo y tráemelo, porque ese tipo merece la muerte!

1 Samuel 22:16

―¡Morirás, Ajimélec, junto con toda tu familia! —gritó el rey.