Génesis 15:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁴ Entonces el Señor le dijo: ―Vas a tener un hijo, y será él quien se quede con todo lo que tienes. ¡De modo que ningún extraño se quedará con tus bienes!

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará este, sino un hijo tuyo será el que te heredará.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Después el Señor le dijo: —No, tu siervo no será tu heredero, porque tendrás un hijo propio, quien será tu heredero.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Entonces le llegó una palabra de Yavé: 'Tu heredero no será Eliezer, sino un hijo tuyo, nacido de tu propia carne y sangre.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Pero, he aquí la palabra de YHVH a él, diciendo: No te heredará éste, sino que te heredará uno que saldrá de tus entrañas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Pero Yahveh le respondió: 'No será ése tu heredero; te heredará el salido de tus entrañas'.

Génesis 15:4 Tagairtí Cros

Génesis 15:1

Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.

Génesis 17:16

Yo la bendeciré y te daré un hijo de ella. La bendeciré tanto, que será madre de naciones y de reyes.

Génesis 21:12

Pero Dios le dijo a Abraham: ―No te preocupes por el niño ni por la esclava. Haz lo que Sara te ha dicho, porque Isaac es el hijo a través del cual te daré descendencia.

2 Samuel 16:11

Mi propio hijo está tratando de matarme, y este benjaminita solamente me maldice. Déjenlo tranquilo, porque sin duda el Señor le ha dicho que lo haga.

2 Samuel 7:12

Porque cuando tú mueras, yo pondré a uno de tus hijos en tu trono y haré que su reino sea fuerte.

2 Crónicas 32:21

y el Señor les envió un ángel que destruyó al ejército asirio con todos sus oficiales y generales. Senaquerib regresó a su tierra profundamente avergonzado. Cuando entró al templo de su dios, sus propios hijos lo mataron allí.

Gálatas 4:28

Ustedes, hermanos, al igual que Isaac, son los hijos que Dios prometió.

Filemón 1:12

Te lo mando de regreso y con él te envío mi propio corazón.