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Gálatas 3:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

11 Salta a la vista, pues, que nadie podrá jamás ganar el favor de Dios por obedecer la ley, porque está escrito: «El que halla la vida, la halla sólo porque confía en Dios».

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Queda claro, entonces, que nadie puede hacerse justo ante Dios por tratar de cumplir la ley, ya que las Escrituras dicen: «Es por medio de la fe que el justo tiene vida».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Con la Ley nadie llega a ser justo a los ojos de Dios; la cosa es cierta, pues el justo vivirá por la fe,

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y es evidente que por la ley nadie es declarado justo delante de Dios, porque: El justo vivirá por la fe.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Porque es evidente que por la ley nadie es justificado ante Dios, ya que el justo por la fe vivirá;

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Gálatas 3:11
20 Tagairtí Cros  

»Si pecan contra ti, ¿porque quién no peca?, y tú te enojas con ellos, y dejas que sus enemigos los lleven cautivos a tierras extrañas, cercanas o lejanas,


«No soy nada. ¿Cómo podría jamás hallar las respuestas? Me tapo la boca con la mano y guardo silencio.


y me detesto, y me arrepiento en polvo y cenizas».


Si Dios quisiera disputar con él, ¿podría el hombre contestar siquiera una entre mil preguntas?


¡No me sometas a juicio! Porque, comparado contigo, nadie es perfecto.


Pero, ¿cómo podré yo saber qué pecados acechan en mi corazón?


Y no hay en toda la tierra un ser humano que sea siempre bueno y no peque jamás.


Nosotros fuimos quienes nos extraviamos como ovejas, nosotros, quienes seguimos nuestro propio camino. ¡Pero Dios echó sobre él la culpa y los pecados de cada uno de nosotros!


Entonces dije: «¡Esta es mi muerte! Porque soy un pecador de boca impura, miembro de una raza pecadora, de inmunda boca, y sin embargo he mirado al Rey, al Señor Todopoderoso».


Estamos completamente contaminados e inmundos de pecado. Todas nuestras buenas obras son como inmundos harapos. Como hojas de otoño nos decoloramos, nos marchitamos y caemos. Como viento, nos arrastran nuestros pecados.


»Los babilonios son prepotentes, porque son malvados; pero el justo vivirá porque confía en Dios.


Las buenas noticias nos muestran la manera en que Dios nos acepta: por la fe, de principio a fin. Como está escrito en el Antiguo Testamento: «El que es justo, lo es por creer en Dios».


Sin embargo, sabemos muy bien que nadie puede justificarse ante Dios obedeciendo la ley. Sabemos que eso sólo es posible por la fe en Jesucristo. Por eso, nosotros también hemos confiado en Jesucristo, y somos justificados por esa fe y no porque hayamos observado la ley. Nadie se salva por tratar de cumplirla.


Mi justo vivirá por la fe; pero si se vuelve atrás, no estaré contento con él».


La religión pura y sin mancha que a Dios le agrada es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus problemas, y estar siempre limpio sin mancharse con la maldad del mundo.


Todos fallamos mucho; y si alguien no falla en lo que dice, es una persona perfecta que puede dominar todo su cuerpo.


y dedicaron al Cordero este nuevo canto: «Eres digno de recibir el pergamino y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre compraste para Dios un pueblo de entre todos los linajes, pueblos, lenguas y naciones.


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