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Filipenses 4:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

6 No se angustien por nada; más bien, oren; pídanle a Dios en toda ocasión y denle gracias.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 antes bien, en toda ocasión presenten sus peticiones a Dios y junten la acción de gracias a la súplica.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Por nada estéis angustiados, antes bien, por la oración y la súplica, en todo sean conocidas ante Dios vuestras peticiones con acción de gracias,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 No os afanéis por nada, sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean públicamente presentadas a Dios.

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Filipenses 4:6
45 Tagairtí Cros  

Sin embargo, Dios mío, has oído y contestado mi petición.


Entonces el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amoz, clamaron en oración al Dios del cielo,


Abre mis labios, Señor para que pueda alabarte.


Oraré de mañana, al medio día y de noche, suplicándole a Dios; él escuchará.


Lleva tus cargas al Señor, él te sostendrá. No permitirá que el santo resbale o caiga.


¡Pueblo mío, confía en él siempre! ¡Ábrele tu corazón, pues él es nuestro refugio!


El Señor detesta las ofrendas de los malvados, pero se deleita en las oraciones del justo.


Pon en manos del Señor todo lo que haces, y tus planes tendrán éxito.


Mi paloma se oculta tras unas rocas, tras un saliente del risco. Llámame, y déjame escuchar tu bella voz y ver tu hermoso rostro.


Y después de entregarle los documentos a Baruc, oré así:


Pregúntame y yo te revelaré algunos importantes secretos acerca de lo que habrá de ocurrir aquí.


Sadrac, Mesac y Abednego respondieron: ―No hace falta que nos defendamos ante Su Majestad.


Pero aunque Daniel lo supo, se fue a su hogar y se arrodilló como de costumbre en su dormitorio en la planta alta, con sus ventanas abiertas hacia Jerusalén, y oró tres veces al día, tal como siempre lo había hecho, dando gracias a su Dios.


»Cuando los arresten, no se preocupen por lo que vayan a decir en el juicio, porque en el momento oportuno se les pondrá en la boca lo que tengan que decir.


El terreno lleno de espinos es el corazón del que escucha el mensaje, pero se afana tanto en esta vida que el amor al dinero ahoga en él la Palabra de Dios, y cada vez trabaja menos para el Señor.


No se preocupen por lo que sucederá mañana, pues mañana tendrán tiempo para hacerlo. Ya tienen suficiente con los problemas de hoy.


No los imiten. Dios Padre sabe exactamente lo que ustedes necesitan antes que se lo pidan.


Jesús le contestó: ―Marta, Marta, te preocupas demasiado por muchas cosas.


Después Jesús les aconsejó a sus discípulos: ―Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué van a comer; ni por su cuerpo, con qué se van a vestir.


Y no se preocupen por qué van a comer o a beber; no se angustien.


Jesús les contó una parábola a sus discípulos para enseñarles que debían orar siempre y sin desanimarse.


¿No creen ustedes que Dios hará justicia a los que él ha escogido y que claman a él día y noche? ¿Se tardará él en responderles?


¿Que eres esclavo?, no te preocupes; aunque si tienes la oportunidad de obtener la libertad, procúrala.


Lo que deseo es que estén libres de preocupaciones. El soltero está libre para trabajar para el Señor y meditar en cómo agradarle.


Pero ustedes nos ayudaron también con sus oraciones, y juntos podremos elevar alabanzas a Dios al contestar él los ruegos por nuestra seguridad.


También le darán gracias siempre y por todo a Dios, nuestro Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.


Sobre todo, oren a Dios en todo tiempo. Y cuando lo hagan, sean dirigidos por el Espíritu. Manténganse bien despiertos y vigilantes, y no dejen de orar por todo el pueblo santo de Dios.


Que la paz de Dios reine en sus corazones, porque ese es su deber como miembros del cuerpo de Cristo. Y sean agradecidos.


Y todo lo que hagan o digan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, y por medio de él acérquense a la presencia de Dios con acción de gracias.


Nunca se cansen de orar. Oren siempre con gratitud.


Lo que recomiendo es que, en primer lugar, hagan oraciones por todos; rueguen y supliquen que Dios tenga misericordia de ellos, y denle gracias.


La viuda que ha quedado enteramente sola, acude a Dios en busca de ayuda y pasa día y noche en oración y súplica.


Ya se acerca el fin de todas las cosas. Por tanto, sean serios y responsables en la oración.


Dejen en las manos de Dios todas sus preocupaciones, porque él cuida de ustedes.


―No, señor —contestó ella—, no estoy ebria; es que estoy muy triste y estaba derramando las penas de mi corazón delante del Señor. No pienses que soy una borracha.


David estaba seriamente preocupado, porque sus soldados, en su profundo dolor por sus hijos, comenzaron a hablar de matarlo. Pero David halló fortaleza en el Señor su Dios.


Samuel entonces tomó una piedra y la puso entre Mizpa y Sen y la llamó Ebenezer (Piedra de Ayuda) porque dijo: «Hasta aquí nos ha ayudado el Señor».


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