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Filipenses 1:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 para que sepan elegir lo que es mejor y para que vivan de una manera limpia y sin reproche hasta el día cuando Cristo regrese;

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Biblia Reina Valera 1960

10 para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Quiero que entiendan lo que realmente importa, a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día que Cristo vuelva.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Quisiera que saquen provecho de cada cosa y cada circunstancia para que lleguen puros e irreprochables al día de Cristo,

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 para que sepáis discernir lo mejor;° a fin de que seáis sinceros e irreprochables hasta el día del Mesías;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 hasta que lleguéis a discernir los valores de las cosas, para que así seáis puros e irreprochables para el día de Cristo,

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Filipenses 1:10
43 Tagairtí Cros  

Yo he hecho todo de buena fe, pues Abraham me dijo que ella era su hermana. Además, ella también me dijo que él es su hermano. Así que yo no tengo la culpa.


Así como mi boca puede saborear manjares, mi mente saborea la verdad cuando la oigo,


Podemos elegir los sonidos que deseemos escuchar; podemos escoger el sabor de la comida que queramos;


Sin embargo, ustedes son los más injustos, odian el bien y aman el mal; ustedes son quienes más explotan a mi pueblo y lo dejan en la miseria, despojándolo hasta de lo más necesario para vivir.


―¡Apártate de mí, Satanás! —dijo Jesús mirando a Pedro—. ¡Me eres un estorbo! ¡Estás mirando las cosas desde el punto de vista humano y no del divino!


―Aunque los demás te abandonen, yo jamás te abandonaré —le dijo Pedro.


Cuando Jesús vio que Natanael se le acercaba, dijo: ―Aquí viene un verdadero israelita, en el que no hay engaño.


Todo el que hace lo malo odia la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus malas acciones se descubran.


Por eso trato de que mi conciencia esté siempre limpia delante de Dios y de los hombres.


No se amolden a la conducta de este mundo; al contrario, sean personas diferentes en cuanto a su conducta y forma de pensar. Así aprenderán lo que Dios quiere, lo que es bueno, agradable y perfecto.


No finjan amar; amen de veras. Aborrezcan lo malo; pónganse de parte del bien.


Les ruego, hermanos, que se aparten de los que causan divisiones y problemas, y que están en contra de lo que a ustedes se les ha enseñado.


Dices que conoces la voluntad de Dios y que sabes discernir lo que es mejor, porque te lo ha enseñado la ley.


Sé bien que si hago lo que no quiero hacer, entonces la ley es buena.


En mi interior, quisiera obedecer la voluntad de Dios,


porque la naturaleza pecaminosa siempre se rebela contra Dios, nunca ha obedecido la ley de Dios y nunca podrá obedecerla.


Él los mantendrá firmes hasta el fin, para que nadie los pueda culpar de nada en el día de nuestro Señor Jesucristo.


No seamos piedra de tropiezo para nadie: ni para los judíos ni para los gentiles ni para la iglesia de Dios.


Por lo tanto, si mi comida va a hacer caer a mi hermano, mejor no la como nunca, para no hacerlo caer en pecado.


Con gran satisfacción y sinceridad podemos afirmar que siempre hemos dependido de la gracia del Señor y no de nuestra sabiduría y que siempre hemos sido puros y sinceros en el mundo, especialmente en cuanto a la forma en que nos hemos comportado con ustedes.


Nosotros fuimos enviados por Dios para anunciar el evangelio con sinceridad delante de Dios, porque estamos unidos a Cristo. No somos como esos que predican la palabra de Dios por lucro.


Nosotros nos comportamos siempre de tal manera que nadie se escandalice, ni critique nuestro servicio.


No les estoy dando una orden; esta sería una manera de demostrar que su amor es sincero, en comparación con lo que los demás están haciendo.


Algunos hasta se han atrevido a decir que yo predico la circuncisión. ¡Si fuera verdad, habrían dejado de perseguirme, porque tal mensaje no los ofendería! Pero entonces, ¿por qué me persiguen todavía?


Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos y cada vez seremos más semejantes en todo a Cristo, que es nuestra Cabeza.


Traten siempre de saber qué es lo que le agrada al Señor.


Lo hizo así a fin de presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin manchas ni arrugas ni nada semejante, sino santa e intachable.


Que la gracia de Dios esté sobre todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inagotable.


Estos últimos lo hacen por amor, porque saben que Dios me ha puesto para defender el evangelio.


El que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo regrese. De esto estoy seguro.


No se aparten nunca de la palabra de vida. De esa manera, cuando Cristo vuelva me sentiré satisfecho de no haber corrido ni trabajado en vano.


Le rogamos a Dios que fortalezca sus corazones, y que, cuando nuestro Señor Jesús venga con todos sus santos, ustedes vivan en santidad y nadie pueda acusarlos de nada delante de nuestro Dios y Padre.


Pónganlo todo a prueba, pero retengan sólo lo bueno.


Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo. Que mantenga sin culpa todo su ser —espíritu, alma y cuerpo—, para cuando el Señor Jesucristo regrese.


»Por lo tanto, teman al Señor y sírvanle con sinceridad y verdad. Desechen para siempre los ídolos que sus antepasados adoraron más allá del Éufrates y en Egipto. Adoren al Señor solamente.


Amados míos, no crean nada por el simple hecho de que les digan que es mensaje de Dios. Pónganlo a prueba primero, porque en este mundo hay muchos falsos maestros.


Estoy al tanto de la obra que realizas. Me he fijado en tu duro trabajo, en la paciencia que tienes. Sé que no toleras a los malvados y que has examinado cuidadosamente a los que se llaman apóstoles y no lo son, y te has dado cuenta de sus mentiras.


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