Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Ezequiel 3:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3 «Cómelo todo», me dijo. Y cuando lo comí, supe que tenía el gusto dulce de la miel.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

3 Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 «Llénate el estómago con esto», me dijo. Al comerlo, sentí un sabor tan dulce como la miel.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 y me dijo: 'Hijo de hombre, come ahora y llena tu estómago con este rollo que te doy. Lo comí pues, y en mi boca era dulce como la miel.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

3 y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre y llena tus entrañas de este rollo que Yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Y me dijo: 'Hijo de hombre, alimenta tu vientre y llena tu estómago con este rollo que yo te doy'. Lo comí y fue en mi boca dulce como la miel.

Féach an chaibidil Cóip




Ezequiel 3:3
18 Tagairtí Cros  

No he rechazado sus mandamientos, sino que en ellos me he deleitado más que en mi alimento de cada día.


Qué dulces son tus palabras a mi paladar; son más dulces que la miel.


He atesorado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti.


¡Oh, cuánto amo tu ley! Pienso en ella todo el día.


Son más deseables que el oro, más que el oro refinado. Son más dulces que la miel que destiló del panal.


Porque ellos advierten al que los oye y hacen triunfar a quienes los obedecen.


Son tus palabras las que me dan ánimo y consuelo; ellas son como alimento para mi vida desesperada, traen alegría a mi corazón triste y me deleitan. ¡Qué orgulloso estoy de contribuir para que tu nombre se vuelva más famoso, oh Señor de los ejércitos!


¡Y no puedo renunciar! Porque si digo que nunca más volveré a mencionar al Señor, que nunca más hablaré en su representación, empiezo a sentir tu palabra como si fuera lumbre que me quema por dentro y no lo puedo resistir más.


Por todo esto estoy lleno de la cólera, dice el Señor, y se me acabó la paciencia para seguir conteniéndola. La derramaré sobre Jerusalén, aun sobre los niños que juegan en las calles, sobre las reuniones de jóvenes, sobre los esposos y las esposas y los abuelos.


Él lo desenrolló, y entonces vi que estaba lleno de advertencias, lamentaciones y condenas.


Escucha, hombre mortal, lo que yo te diré. ¡No seas tú también rebelde! ¡Abre la boca y come lo que te daré!».


Luego él me dijo: «Hombre mortal, yo te envío al pueblo de Israel con mis mensajes.


De aquel que cree en mí, brotarán ríos de agua viva, como dice la Escritura.


Mantengan vívidas en su memoria las enseñanzas de Cristo en toda su abundancia, y enséñense y aconséjense unos a otros con toda sabiduría. Transmítanlas a otros, con salmos, himnos y cánticos espirituales elevados al Señor con corazones agradecidos.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí