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Éxodo 4:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

13 Moisés le dijo: ―Señor, por favor, envía a otra persona.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Pero Moisés suplicó de nuevo: —¡Te lo ruego, Señor! Envía a cualquier otro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Anda ya, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que has de hablar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Pero él respondió: ¡Te ruego, Adonay! Envía, te ruego, por medio del que debas enviar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Dijo Moisés: '¡Por favor, Señor mío, envía a cualquier otro, al que tú quieras enviar!'.

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Éxodo 4:13
16 Tagairtí Cros  

Porque el Señor, Dios del cielo, que me ordenó dejar mi tierra y mi familia, y prometió darme esta tierra como propiedad para mí y mis descendientes, enviará a su ángel delante de ti y hará que encuentres allí una doncella para que sea la esposa de mi hijo.


Él es el Ángel que me ha librado de todo mal. Que estos muchachos hagan perpetua la memoria de mi nombre y la de mis padres Abraham e Isaac, y que lleguen a ser una nación grande.


Luego se internó en el desierto. Después de caminar todo un día, se sentó bajo un arbusto, y sintió deseos de morir. «¡Basta! —le dijo al Señor—. ¡Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados!».


»Miren, estoy enviando un ángel delante de ustedes, para que lleguen con seguridad a la tierra que les he preparado.


Pero Moisés le respondió a Dios: ―No me creerán ni harán lo que les diga. Al contrario, me dirán: “¡El Señor no se te ha aparecido!”.


Ahora ve y haz lo que te dije, porque yo te ayudaré a expresarte bien, y te diré lo que tienes que decir.


El Señor se enojó con Moisés y le dijo: ―¡Muy bien! Tu hermano Aarón habla bien. Él vendrá a buscarte y se alegrará mucho cuando te encuentre.


«¡Oh Señor Dios», dije yo, «no puedo hacer eso! ¡No soy más que un muchacho! ¡Ni siquiera puedo hablar con soltura!».


¡Y no puedo renunciar! Porque si digo que nunca más volveré a mencionar al Señor, que nunca más hablaré en su representación, empiezo a sentir tu palabra como si fuera lumbre que me quema por dentro y no lo puedo resistir más.


Pero Jonás no quiso ir. Al contrario, quiso huir de la presencia del Señor; por eso, fue hacia la costa, al puerto de Jope. Allí encontró un barco que iba hacia Tarsis. Pagó su pasaje y subió al barco para irse bien lejos de la presencia del Señor.


El capitán bajó a buscarlo y, cuando lo encontró, le gritó: ―¿Qué haces aquí dormido? ¡No es tiempo de dormir! ¡Levántate y clama a tu Dios! ¡Quizás tenga misericordia de nosotros y nos salve!


enviaré a mis ángeles a arrancar del reino a los que tientan a los demás y a los que hacen el mal.


Jesús les respondió: ―La obra que Dios exige es que crean en aquel a quien él envió.


Un día el ángel del Señor llegó a Boquín, desde Guilgal y anunció al pueblo de Israel: «Los saqué de Egipto, los hice entrar en esta tierra que prometí a sus antepasados, y dije que jamás quebrantaría mi pacto con ustedes


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