Éxodo 37:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁶ Luego hizo una cubierta de oro puro, que llamó propiciatorio. Tenía un metro con diez centímetros de largo, y setenta centímetros de ancho.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁶ Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro; su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶ Después hizo la tapa del arca —el lugar de la expiación— de oro puro. Medía un metro con quince centímetros de largo, por sesenta y nueve centímetros de ancho.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶ Hizo el Lugar del Perdón de oro puro, de dos codos y medio de largo y codo y medio de ancho.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁶ Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro, dos codos y medio su longitud, y un codo y medio su anchura.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶ Hizo el propiciatorio de oro puro, de dos codos y medio de largo por codo y medio de ancho.

Éxodo 37:6 Tagairtí Cros

1 Crónicas 28:11

David procedió luego a entregar a Salomón los planos del templo y sus dependencias: las tesorerías, los aposentos altos, las salas interiores y el santuario para el propiciatorio.

Éxodo 31:7

el santuario, el cofre con el propiciatorio sobre ella, todos los utensilios del templo,

Éxodo 37:5

y las puso en las argollas de los costados del cofre, para transportarlo.

Éxodo 37:7

Hizo dos querubines de oro martillado y los colocó a los dos extremos del propiciatorio.

Romanos 3:25

Dios ofreció a Jesucristo como sacrificio por nuestros pecados. Cuando creemos esto, Dios nos perdona todos nuestros pecados pasados, pues nos tiene paciencia. De esa manera da a conocer su justicia y muestra que él es justo y que nos hace justos por tener fe en Cristo Jesús.

Gálatas 4:4

Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,

Tito 2:14

Él se entregó a la muerte por nosotros para poder rescatarnos de todas nuestras iniquidades y convertirnos en un pueblo que fuera suyo, dedicado a hacer el bien.

Hebreos 9:5

Encima del cofre estaban los querubines de la gloria, que cubrían con su sombra la tapa del cofre. Pero ahora no es necesario hablar de eso con detalles.

1 Juan 2:2

Él es el sacrificio que fue ofrecido por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.