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Éxodo 32:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

14 Entonces el Señor tuvo compasión de ellos y no los destruyó.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Entonces el Señor cambió de parecer en cuanto al terrible desastre con que había amenazado destruir a su pueblo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Así, pues, Yavé renunció a destruir a su pueblo, como lo había anunciado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y desistió YHVH del mal que dijo que había de hacer a su pueblo.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Yahveh renunció entonces al castigo con que había amenazado a su pueblo.

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Éxodo 32:14
20 Tagairtí Cros  

Pero cuando el ángel de la muerte se preparaba para destruir a Jerusalén, el Señor se apiadó y le dijo que se detuviera. El ángel estaba en el campo de Arauna el jebuseo.


Durante la plaga, Dios envió un ángel a destruir a Jerusalén; pero entonces sintió tal compasión que le dolió profundamente, de modo que ordenó al ángel destructor: «¡No sigas! ¡Es suficiente!». En ese momento el ángel del Señor se encontraba de pie en el campo de trilla de Ornán el jebuseo.


Dios amenazó con destruirlos, pero no lo hizo por Moisés, su escogido, que se puso ante él en la brecha e impidió que su ira los destruyera.


Se acordaba del pacto que había hecho con ellos, y por su gran amor les tuvo compasión.


Si es así, te ruego que me indiques qué quieres que haga, para que pueda comprenderte claramente y saber que cuento con tu ayuda. No olvides que esta nación es tu pueblo.


si esa nación se aparta de su mala conducta, no la destruiré según había planeado.


Pero si dejan de cometer tantas maldades y comienzan a seguir las instrucciones del Señor su Dios, él revocará todo el castigo que ha anunciado contra ustedes.


Pero, ¿lo mataron acaso el rey Ezequías y el pueblo por decir eso? No, sino que dejaron sus actos malvados y rindieron homenaje al Señor y le suplicaron que tuviera misericordia de ellos. Y el Señor no les envió el terrible castigo que les había preparado. Si por comunicarnos los mensajes de Dios matamos a Jeremías, ¡quién sabe qué nos hará el Señor!


No finjan arrepentimiento rasgándose la ropa, sino vuélvanse al Señor su Dios con un corazón lleno de arrepentimiento sincero. Porque él es un Dios amoroso y bueno, que no se enoja fácilmente. Él los ama mucho y le duele castigarlos.


Por eso el Señor cambió de idea, y me dijo: ―Muy bien, no haré esto.


Entonces el Señor cambió de idea, y me dijo: ―Muy bien, tampoco voy a hacer eso.


Cuando Dios vio que los ninivitas estaban dispuestos a dejar su mala conducta, decidió no destruirlos como había planeado.


Se quejó de ello ante el Señor: ―Señor, esto es exactamente lo que pensé que harías, cuando todavía estaba en mi tierra y me dijiste que viniera a Nínive. Por esta razón hui a Tarsis. Yo sabía que eres un Dios compasivo, misericordioso, que te cuesta mucho enojarte y que eres lleno de bondad. Yo sabía que con facilidad dejarías la idea de destruir a este pueblo.


―Bien, los perdonaré de la manera que me has pedido —respondió el Señor—.


«Como ocurrió en la primera ocasión, yo permanecí en el monte por espacio de cuarenta días y cuarenta noches. Y en esta ocasión el Señor respondió a mi oración, y no te destruyó.


Había decidido esparcirlos por tierras lejanas, para que la memoria de ellos desapareciera.


»Porque el Señor verá que su pueblo tenga justicia y tendrá compasión de ellos cuando se desvíen. Verá cuando su fuerza se agote, tanto en el esclavo como en el libre,


Cada juez rescataba al pueblo de Israel de sus enemigos durante su vida, porque el Señor se compadecía del clamor de su pueblo cuando estaba oprimido y acosado.


«Lamento haber hecho rey a Saúl porque nuevamente me ha desobedecido». Samuel se apesadumbró cuando oyó lo que el Señor le dijo, tanto, que lloró delante de Dios toda aquella noche.


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