Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Éxodo 30:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 »Una vez al año, Aarón deberá consagrar el altar, poniendo sobre los cuernos la sangre de la ofrenda de expiación por el pecado. Esta será una ceremonia que se hará sin falta cada año, de generación en generación, porque este es el altar que ha sido consagrado por completo al Señor».

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

10 Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación; una vez en el año hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será muy santo a Jehová.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »Una vez al año, Aarón deberá purificar el altar untando los cuernos con sangre de la ofrenda que se hace para purificar al pueblo de su pecado. Esta ceremonia se llevará a cabo todos los años, de generación en generación, porque ese altar es el más santo del Señor».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Una vez al año Aarón hará la expiación sobre los cuernos del altar. Hará la expiación sobre el altar una vez al año con la sangre del sacrificio por el pecado, y esto, de generación en generación. Será, pues, un lugar muy sagrado para Yavé.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

10 pues sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez al año con la sangre de la ofrenda de la expiación por el pecado. Una vez al año hará expiación sobre él por vuestras generaciones. Será santísimo para YHVH.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Una vez al año, Aarón hará la expiación sobre los cuernos del altar. Con la sangre de la víctima por el pecado hará sobre él la expiación una vez al año, de generación en generación. Este altar será santísimo para Yahveh'.

Féach an chaibidil Cóip




Éxodo 30:10
18 Tagairtí Cros  

Pero solamente Aarón y sus descendientes eran sacerdotes. Sus deberes, entre otros, consistían en presentar holocaustos, quemar ofrendas e incienso, y realizar todas las tareas relacionadas con el santuario interior —el Lugar Santísimo— y las tareas relacionadas con el día anual de expiación para Israel. Se preocupaban de que se cumplieran, al pie de la letra, todos los detalles que manda la ley de Moisés, siervo de Dios.


El Señor le dijo a Moisés: «Siempre que hagas un censo del pueblo de Israel, cada hombre que sea contado dará un rescate al Señor por su persona, para que no haya plaga en el pueblo cuando tú lo cuentes.


No ofrecerás incienso, holocaustos, ofrendas ni libaciones que no hayan sido autorizados por el Señor.


Así purificará el santuario de los pecados de los hijos de Israel. Y lo mismo hará por el santuario que está en medio de ellos, rodeado de sus impurezas.


»Luego Aarón saldrá y hará expiación sobre el altar. Pondrá sangre del novillo y del macho cabrío sobre los cuernos del altar,


le dijo el Señor a Moisés: «Adviértele a tu hermano Aarón que no puede entrar en cualquier momento al Lugar Santísimo, que está detrás de la cortina, donde se encuentra el cofre del pacto cubierto con el propiciatorio. El castigo por hacerlo es la muerte. Porque yo mismo estoy presente en la nube que está sobre el propiciatorio.


Luego pondrá sangre sobre los cuernos del altar allí en el santuario, en la presencia del Señor, y derramará todo el resto de la sangre en la base del altar del holocausto, a la entrada del santuario.


Después pondrá sangre sobre los cuernos del altar del incienso, delante del Señor, en el santuario; el resto de la sangre la derramará sobre la base del altar del holocausto, a la entrada del santuario.


Él es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de su ser y el que sostiene el universo con su palabra poderosa. Y después de haber realizado la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de Dios en el cielo.


Tampoco entró en el cielo para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre que no es la suya.


Pero en la segunda parte entra únicamente el sumo sacerdote, y sólo una vez al año. Siempre que entra lleva la sangre que ofrece por los pecados que cometen, sin darse cuenta, él y el pueblo.


El sexto ángel tocó la trompeta y escuché una voz que brotaba de entre los cuernos del altar de oro que estaba delante del trono de Dios.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí