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Éxodo 25:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

22 Y me encontraré contigo allí, y conversaré contigo exactamente entre los dos querubines; y el cofre contendrá las leyes de mi pacto. Allí te diré los mandamientos que he promulgado para el pueblo de Israel.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Allí me encontraré contigo y te hablaré desde encima de la tapa de la expiación, entre los querubines de oro que están suspendidos sobre el arca del pacto. Desde allí te daré mis mandatos para el pueblo de Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Allí me encontraré contigo para darte mis órdenes referentes a los hijos de Israel. Te hablaré de encima del Lugar del Perdón, de en medio de los dos querubines puestos sobre el Arca del Testimonio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Y allí me reuniré contigo, entre los dos querubines que están sobre el Arca del Testimonio, y por encima del propiciatorio hablaré contigo todo lo que haya de ordenarte para los hijos de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Allí me entrevistaré contigo. Desde encima del propiciatorio, entre los dos querubines colocados sobre el arca del testimonio, te comunicaré cuanto haya de ordenarte para los israelitas'.

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Éxodo 25:22
24 Tagairtí Cros  

Cuando el Señor terminó de conversar con Abraham, continuó el viaje hacia Sodoma; y Abraham regresó a su carpa.


En ese momento el cofre de Dios se hallaba en Balá. Era sobre el cofre que se invocaba el nombre del Señor Todopoderoso que reina entre los querubines.


Allí hizo esta oración: «Señor, Dios de Israel, que te sientas en tu trono, por encima de los ángeles, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra, pues tú creaste los cielos y la tierra.


Así que David y todo Israel se encaminaron a Balá (es decir, Quiriat Yearín), pueblo de Judá, para llevar a Jerusalén el cofre del Señor, que habita entre los querubines.


Pastor de Israel, tú que guías a José como a un rebaño; tú que reinas sobre los querubines, ¡escucha mi súplica! ¡Muestra tu poder y resplandeciente gloria!


¡Resplandece delante de Efraín, Benjamín y Manasés! ¡Muestra tu poder, y ven a salvarnos!


¡Señor, tú has sido nuestro refugio en todas las generaciones!


¡El Señor es rey! ¡Tiemblen las naciones! Él tiene su trono entre querubines: que se estremezca toda la tierra.


Los altares que hagan para mí deben ser sencillos altares de tierra. Sobre ellos me ofrecerán sus sacrificios, sus holocaustos y sus ofrendas pacíficas de ovejas y bueyes. Yo iré al lugar donde les pida que invoquen mi nombre, y los bendeciré allí.


Aarón y sus hijos colocarán las lámparas en el Lugar Santo, y las mantendrán encendidas delante del Señor día y noche. Esta será una norma permanente para el pueblo de Israel.


Molerás una parte y la pondrás frente al cofre, donde yo me reúno contigo en el santuario. Este incienso es muy sagrado.


Pondrás el altar junto a la cortina, por el lado exterior, cerca de la tapa que cubre el cofre que contiene los Diez Mandamientos. Allí es donde me encontraré contigo.


Cuando terminó de hablar con Moisés sobre el monte Sinaí, Dios le entregó dos tablas de piedra con los Diez Mandamientos, escritos con su propio dedo.


»Igualmente, he designado a Aholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan, para que sea su ayudante. Además, he dado habilidad especial a todos los que son conocidos como expertos, para que puedan hacer todas las cosas que he ordenado, esto es,


«¡Oh Señor Todopoderoso, Dios de Israel, entronizado por encima de los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra! Tú solo hiciste el cielo y la tierra. Escucha mi súplica, mírame orar. Mira esta carta del rey Senaquerib, pues él se ha burlado del Dios viviente.


Y oí al Señor hablándome desde adentro del templo (el hombre que había estado midiendo aún estaba parado al lado mío).


El Señor le habló a Moisés desde el santuario,


le dijo el Señor a Moisés: «Adviértele a tu hermano Aarón que no puede entrar en cualquier momento al Lugar Santísimo, que está detrás de la cortina, donde se encuentra el cofre del pacto cubierto con el propiciatorio. El castigo por hacerlo es la muerte. Porque yo mismo estoy presente en la nube que está sobre el propiciatorio.


»Pon estas varas en el Lugar Santísimo del santuario, donde yo me encuentro con ustedes, en frente del cofre.


Cuando Moisés entraba en el santuario para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba desde encima del propiciatorio que estaba sobre el cofre, entre los dos querubines.


(El cofre de Dios estaba en Betel en aquellos días; Finés, hijo de Eleazar y nieto de Aarón era el sacerdote). Los hombres de Israel preguntaron al Señor: ―¿Saldremos nuevamente y pelearemos contra nuestro hermano Benjamín o nos detendremos? Y el Señor les dijo: ―Vayan, porque mañana haré que derroten a los hombres de Benjamín.


Entonces mandaron a buscar el cofre del Señor de los cielos, quien está entronado por sobre los querubines. Y los hijos de Elí, Ofni y Finés la acompañaron hasta el campamento.


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