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Éxodo 12:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3-4 Díganles a los israelitas que cada año, en el décimo día de este mes, cada familia tomará un cordero. Si la familia es pequeña, compartirá el cordero con otra familia pequeña del vecindario; el hacer o no esto dependerá del tamaño de la familia.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Anuncien a toda la comunidad de Israel que el décimo día de este mes cada familia deberá seleccionar un cordero o un cabrito para hacer un sacrificio, un animal por cada casa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Hablen a la comunidad de Israel y díganle: El día décimo de este mes tome cada uno un cordero por familia, un cordero por casa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: El día diez de este mes tome cada uno un cordero, según sus familias paternas, un cordero por hogar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Hablad a toda la comunidad de Israel y decidles: el día diez de este mes cada uno tome un cordero por familia, un cordero por casa.

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Éxodo 12:3
26 Tagairtí Cros  

Abraham le respondió: ―Dios lo proveerá, hijo mío. Y siguieron caminando.


También Abel le dio una ofrenda al Señor. Le ofreció las primeras y mejores crías de sus ovejas. Al Señor le agradó Abel y su ofrenda,


El rey dio al pueblo unos treinta mil corderos y cabritos, y tres mil becerros, para que celebraran la fiesta de la Pascua.


«De ahora en adelante, este mes será el primero y el más importante del año judío.


Moisés convocó a todos los ancianos de Israel y les dijo: «Vayan y tomen corderos del rebaño, uno por cada familia, según el número de personas que la componen; y maten el cordero, para que celebren la Pascua.


»El animal deberá ser cuidado hasta el día catorce del mes. Ese día, al atardecer, cada familia de Israel sacrificará su cordero o cabrito.


El Señor le dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? ¡Dile al pueblo que siga adelante!


Y le dijeron a Moisés: ―Dinos lo que Dios diga, y nosotros obedeceremos. Pero que no nos hable Dios en forma directa, pues moriremos.


Aarón les contó lo que el Señor le había dicho a Moisés; y Moisés realizó delante de ellos los milagros que debía hacer en presencia del faraón.


Por lo tanto, diles a los descendientes de Israel que usaré todo mi poder y realizaré grandes milagros, para sacarlos de la esclavitud y hacerlos libres.


A principios de abril del vigésimo quinto año de nuestro exilio, el decimocuarto año después de que Jerusalén fue capturada, la mano del Señor vino sobre mí,


y le ordenó que le diera las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: «Cuando presenten una ofrenda animal al Señor, deberán traer un animal de ganado vacuno o lanar.


y presentará una ofrenda por su culpa: una hembra de ganado menor, oveja o cabra. El sacerdote hará la expiación por esa persona, y esta quedará perdonada.


»Estas son las instrucciones sobre lo que debe ir junto a cada sacrificio sea de becerro, cordero o cabrito.


Al día siguiente Juan vio que Jesús se acercaba a él, y exclamó: «¡Aquí viene el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!


Cuando vio que Jesús pasaba por allí, dijo: ―¡Aquí viene el Cordero de Dios!


Seis días antes de la Pascua, Jesús llegó a Betania, donde vivía Lázaro, el hombre al que Jesús había resucitado.


Al día siguiente, muchos de los que habían ido a la fiesta se enteraron de que Jesús iba camino a Jerusalén.


Extirpen la vieja levadura, para que sean una masa nueva, como panes sin levadura, que es lo que ustedes son. Cristo, nuestro Cordero, ya fue sacrificado por nosotros.


Mañana por la mañana deben comparecer por tribus y el Señor señalará cuál es la tribu culpable. Luego la tribu se presentará por clanes y el Señor señalará cuál es el clan al que pertenece el hombre culpable. Luego el clan comparecerá por familias y entonces señalará la familia culpable y, por último, cada miembro de esa familia comparecerá por sí solo.


Y la adoraron todos los seres humanos cuyos nombres no estaban inscritos, desde la creación del mundo, en el libro del Cordero que fue sacrificado.


Samuel tomó un cordero que no había sido destetado aún y lo ofreció al Señor como holocausto, y oró por el pueblo de Israel. Y el Señor respondió.


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