Ester 9:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 20081 El día trece del mes doce, es decir, el mes de Adar, el mismo día en que debían cumplirse los dos decretos del rey (día en que los enemigos de los judíos tenían esperanza de vencerlos, y sucedió todo lo contrario), Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19601 En el mes duodécimo, que es el mes de Adar, a los trece días del mismo mes, cuando debía ser ejecutado el mandamiento del rey y su decreto, el mismo día en que los enemigos de los judíos esperaban enseñorearse de ellos, sucedió lo contrario; porque los judíos se enseñorearon de los que los aborrecían. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente1 Así que, el 7 de marzo, los dos decretos del rey entraron en vigencia. Ese día, los enemigos de los judíos tenían la esperanza de dominarlos, pero ocurrió todo lo contrario. Fueron los judíos quienes dominaron a sus enemigos. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)1 El día trece del duodécimo mes (el mes de Adar), se dio vuelta la situación: el mismo día en que se debía ejecutar la orden del rey y su decreto, ese día en que los enemigos de los judíos habían pensado exterminarlos, los judíos derrotaron a los que los odiaban. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion1 Y en el mes duodécimo, que es el mes de Adar, a los trece días de ese mes, cuando la orden del rey y su edicto estaban a punto de ejecutarse, en el día en que los enemigos de los judíos esperaban prevalecer sobre ellos, sucedió lo contrario: Que los judíos prevalecieron sobre quienes los odiaban. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19751 En el duodécimo mes, que es el mes de Adar, el día trece del mes, cuando debían ser ejecutados la orden del rey y su edicto, en ese día en que los enemigos de los judíos esperaban adueñarse de ellos, la situación experimentó un vuelco radical, pues fueron los judíos quienes se adueñaron de los que los odiaban. Féach an chaibidil |
Las naciones se enojaron contra ti, pero ha llegado el momento de castigarlas. Ha llegado la hora de juzgar a los muertos y de premiar a tus siervos los profetas, a tu pueblo santo y a cualquier persona, grande o pequeña, que respete tu nombre. Y ha llegado el momento de destruir a los que han traído destrucción a la tierra».