Esdras 6:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008
20 Para esa fecha, los sacerdotes y levitas ya se habían purificado, y ofrecieron los sacrificios por el pueblo, por sus compañeros sacerdotes y por ellos mismos.
20 Porque los sacerdotes y los levitas se habían purificado a una; todos estaban limpios, y sacrificaron la pascua por todos los hijos de la cautividad, y por sus hermanos los sacerdotes, y por sí mismos.
20 Los sacerdotes y los levitas se habían purificado y estaban ceremonialmente puros. Así que mataron el cordero de la Pascua para todos los que regresaron del destierro, para sus hermanos sacerdotes y para ellos mismos.
20 Todos los levitas se habían purificado; estaban puros e inmolaron la Pascua para todos los desterrados, para sus hermanos sacerdotes y para ellos mismos.
20 pues los sacerdotes y los levitas se habían purificado como un solo hombre:° todos ellos estaban puros; luego sacrificaron el cordero pascual por todos los hijos del cautiverio, y por sus hermanos los sacerdotes, y por ellos mismos.
20 Como los levitas se habían purificado a una con los sacerdotes, de modo que todos estaban puros, inmolaron el cordero Pascual por todos los que habían vuelto de la cautividad, por sus hermanos, por los sacerdotes y por sí mismos.
Pero eran muy pocos los sacerdotes para la preparación de los holocaustos, de modo que sus hermanos los levitas les ayudaron hasta que el trabajo estuvo terminado y hasta que otros sacerdotes se presentaron a trabajar, porque los levitas se mostraron mucho más dispuestos a santificarse que los sacerdotes.
Los levitas mataron los corderos para la Pascua, y entregaron la sangre a los sacerdotes, los que la derramaron sobre el altar, mientras los levitas desollaban los animales.
Después, los levitas hicieron preparativos para sí mismos y para los sacerdotes, porque estos habían estado ocupados, desde la mañana hasta la noche, ofreciendo la grasa de los holocaustos.
Los cantores, hijos de Asaf, estaban en sus lugares, siguiendo las instrucciones dadas siglos antes por el rey David, y por Asaf, Hemán y Jedutún, profetas del rey. Los porteros cuidaban las puertas y no tuvieron necesidad de dejar el cumplimiento de su deber, porque sus hermanos levitas les hicieron lo que les correspondía.
Moisés convocó a todos los ancianos de Israel y les dijo: «Vayan y tomen corderos del rebaño, uno por cada familia, según el número de personas que la componen; y maten el cordero, para que celebren la Pascua.
Él no es como los otros sumos sacerdotes, que tienen que ofrecer sacrificios cada día por sus propios pecados y luego por los del pueblo. Él se ofreció a sí mismo como sacrificio una sola vez y para siempre.