Esdras 10:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 200818-19 La siguiente es la lista de los sacerdotes que se habían casado con mujeres extranjeras y que prometieron divorciarse de ellas, y reconocieron su culpa ofreciendo carneros como sacrificio: De los hijos de Jesúa hijo de Josadac, y de sus hermanos: Maseías, Eliezer, Jarib y Guedalías. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196018 De los hijos de los sacerdotes que habían tomado mujeres extranjeras, fueron hallados estos: De los hijos de Jesúa hijo de Josadac, y de sus hermanos: Maasías, Eliezer, Jarib y Gedalías. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente18 Los siguientes son los sacerdotes que habían tomado mujeres paganas como esposas: De la familia de Jesúa, hijo de Jehosadac, y sus hermanos: Maaseías, Eliezer, Jarib y Gedalías. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)18 Esta es la lista de los que se habían casado con mujeres extranjeras: de entre los sacerdotes, entre los hijos de Josué hijo de Yosadac, y entre sus hermanos: Maaseías, Eliezer, Yarib y Geldaía. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion18 Y entre los hijos de los sacerdotes, se halló que habían cohabitado con mujeres extranjeras, algunos° de los hijos de Jesúa ben Josadac, y de sus hermanos, Maasías, Eliezer, Jarib y Gedalías. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197518 Entre los hijos de los sacerdotes que habían tomado por esposas a mujeres extranjeras se encontraban los siguientes. Entre los hijos de Josué, hijo de Josadac, y entre sus hermanos: Maasías, Eliezer, Yarib y Godolías. Féach an chaibidil |
La construcción comenzó en el segundo mes del segundo año de su llegada a Jerusalén. Trabajaban todos los que habían regresado y estaban bajo la dirección de Zorobabel hijo de Salatiel, de Jesúa hijo de Josadac, y de los sacerdotes y levitas. Los levitas que tenían más de veinte años tenían a su cargo la supervisión de la obra.
Después de esto, los jefes de los judíos vinieron a mí para decirme que muchos judíos, aun algunos sacerdotes y levitas, se habían mezclado con los pueblos vecinos y habían adquirido las horribles costumbres de los hititas, los ferezeos, los jebuseos, los amonitas, los moabitas, los egipcios y los amorreos.
¡Pero peores aún son los profetas de Jerusalén! Las cosas que hacen son horribles; cometen adulterio y se deleitan en sus malas acciones. Animan y aplauden a los malhechores en vez de advertirles de las consecuencias de sus malas acciones. Esos profetas son totalmente depravados, como lo eran los hombres de Sodoma y Gomorra.