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Eclesiastés 10:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

20 Jamás, ni de pensamiento, maldigas al rey; tampoco al rico, pues no faltará pajarito que se lo cuente.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

20 Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Nunca te burles del rey, ni siquiera en tu mente; y no te mofes de los poderosos, ni siquiera dentro de tu dormitorio. Pues un pajarito podría transmitir tu mensaje y contarles lo que dijiste.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 No maldigas al rey ni siquiera de pensamiento; ni maldigas al poderoso, ni siquiera en el secreto de tu pieza: un pajarito del cielo podría llevarle el rumor, un par de alas le daría a conocer el asunto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 Ni en tu pensamiento insultes al rey, Ni en tu misma recámara maldigas al rico, Porque un ave de los cielos llevará el rumor, Un ser alado° contará el asunto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 No maldigas del rey ni siquiera en tu lecho, ni maldigas del rico ni siquiera en tu alcoba, porque las aves del cielo llevarán tus palabras y los pájaros repetirán lo que hayas dicho.

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Eclesiastés 10:20
11 Tagairtí Cros  

―Ninguno de nosotros —contestó uno de los oficiales—. Es el profeta Eliseo el que le dice al rey de Israel las mismas palabras que tú hablas en lo más privado de tu habitación.


Mardoqueo se enteró y le dio la información a la reina Ester, la que a su vez la transmitió al rey, en nombre de Mardoqueo.


Es probable que sea su único abrigo, de modo que no tendrá con qué cobijarse en la noche. Si no le devuelven su túnica, y él clama a mí, entonces yo lo atenderé, porque soy muy compasivo.


»No ofenderán ni maldecirán a las autoridades, ni a los jueces ni a los gobernantes.


El río Nilo se llenará de ranas que entrarán aun a sus cuartos y estarán sobre sus camas. Cada casa de Egipto se llenará de ranas, de modo que hasta se meterán en los hornos y en donde amasan la harina para el pan. ¡Tantas serán las ranas que hasta se treparán sobre sus hombros, y sobre sus funcionarios y sobre toda la gente!».


Mi pueblo será llevado cautivo, claudicante, fatigado y hambriento. Y llevados del hambre, en su desvarío sacudirán el puño contra el cielo y maldecirán a su rey y a su Dios.


Marta estaba preocupada, pues tenía mucho que hacer. Entonces se acercó a Jesús y le dijo: ―Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? Dile que me ayude.


Él les respondió: ―Les aseguro que si ellos se callan, las piedras gritarán.


Pablo les respondió: ―Hermanos, no sabía que él era el jefe de los sacerdotes. Porque las Escrituras dicen: “No hables mal del que gobierna a tu pueblo”.


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