Daniel 8:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 20087 y le rompió sus dos cuernos, sin que el carnero pudiera hacer nada para defenderse. Después el chivo derribó al carnero y lo pisoteó, sin que nadie pudiera salvarlo. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19607 Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente7 El chivo atacó con violencia al carnero y le dio un golpe que le quebró ambos cuernos. El carnero quedó indefenso y el chivo lo derribó y lo pisoteó. Nadie pudo rescatar al carnero del poder del chivo. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)7 Vi como embestía al carnero: lo golpeó furiosamente y le quebró ambos cuernos sin que el carnero opusiera resistencia. Lo tiró al suelo, lo pisoteó y nadie pudo librar al carnero de sus manos. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion7 Y lo vi llegar junto al carnero encendido en cólera, e hirió al carnero y rompió sus dos cuernos, y el carnero no tuvo fuerzas para pararse delante de él. Lo derribó, pues, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librara al carnero de su poder. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19757 Vi que se acercó al carnero enfurecido contra él. Le embistió y le rompió los dos cuernos sin que el carnero tuviera fuerza para resistirle, lo arrojó en tierra, lo pisoteó y no hubo nadie que librara al carnero de aquel ataque. Féach an chaibidil |
»Luego la cuarta bestia que vi en mis visiones nocturnas surgió del océano, demasiado terrible y espantosa, tanto que no la puedo describir, e increíblemente fuerte. Devoraba a todas sus víctimas desgarrándolas con sus enormes dientes de hierro, y aplastaba las sobras bajo sus patas. Era diferente de todas las otras bestias, y tenía diez cuernos.
Los hombres de Hai miraron hacia atrás y vieron que el humo de la ciudad llenaba el cielo, y no supieron qué hacer. Pero cuando Josué y sus soldados vieron el humo, se dieron cuenta que los hombres que habían estado listos para emboscar a Hai habían entrado en la ciudad, de modo que dieron media vuelta y comenzaron a atacar a sus perseguidores.