Amós 7:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 200817 Por eso, el Señor te dice: “Escucha lo que se te viene encima: Tu esposa se convertirá en una prostituta en esta ciudad, tus hijos e hijas serán muertos en una batalla y tu tierra será repartida entre tus enemigos. Tú mismo morirás en una tierra pagana, y el pueblo de Israel será llevado como esclavo a un país extraño, muy lejos de aquí”. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196017 Por tanto, así ha dicho Jehová: Tu mujer será ramera en medio de la ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a espada, y tu tierra será repartida por suertes; y tú morirás en tierra inmunda, e Israel será llevado cautivo lejos de su tierra. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente17 Pero esto es lo que dice el Señor: ‘Tu esposa se convertirá en prostituta en esta ciudad, y a tus hijos y a tus hijas los matarán. Tu tierra será repartida y tú morirás en tierra extranjera. Con toda seguridad el pueblo de Israel irá cautivo al destierro, lejos de su patria’”. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)17 Escucha esta palabra de Yavé: 'Un día, tu esposa se prostituirá en plena calle, tus hijos e hijas morirán en la guerra. Los vencedores se repartirán tus bienes, tú mismo morirás en tierra extranjera e Israel será llevado lejos de su país. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion17 Por eso, así dice YHVH: Tu mujer se venderá en la ciudad como prostituta, y tus hijos e hijas caerán a espada, Tu tierra será repartida a cordel,° y tú morirás en tierra inmunda; E Israel será irremisiblemente deportado lejos de su tierra. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197517 Pues bien así dice Yahveh: 'Tu mujer se prostituirá en la ciudad, tus hijos y tus hijas caerán a espada, tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en tierra impura. Israel será deportado lejos de su tierra''. Féach an chaibidil |
Y en cuanto al pueblo a quien profetizan, les aseguro que sus cuerpos serán arrojados por las calles de Jerusalén, víctimas del hambre y la guerra; y no habrá siquiera quien los sepulte. Esposos, esposas, hijos e hijas: todos desaparecerán. ¡Sobre todos ellos derramaré un terrible castigo por sus graves delitos!
Vi al Señor parado al lado del altar del templo de Jerusalén, y dijo: «Destrocen los capiteles de las columnas y sacudan el templo hasta que las columnas se desmoronen y el techo se desplome sobre la gente. Si alguno queda vivo en esa ocasión, entonces haré que muera en la guerra. ¡Ninguno logrará escapar con vida!