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Abdías 1:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

18 Israel será como un fuego que incendiará los campos secos de Edom. ¡Ningún edomita quedará vivo!». Lo dice el Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

18 La casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú, porque Jehová lo ha dicho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 El pueblo de Israel será un fuego violento, y Edom, un campo de hierba seca. Los descendientes de José serán una llama que rugirá a través del campo, devorándolo todo. No quedará nadie con vida en Edom. ¡Yo, el Señor, he hablado!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 El pueblo de Jacob será un fuego, el de José una llama, mientras la gente de Esaú será la paja; la quemarán y la devorarán y no quedarán restos de la raza de Esaú, porque Yavé lo ha dicho.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 La casa de Jacob será fuego, La casa de José será llama, Y la casa de Esaú será hojarasca que arderá hasta consumirse, Y no quedará nadie de la casa de Esaú, Porque YHVH lo ha dicho.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 La casa de Jacob será un fuego, la casa de José será una llama y la casa de Esaú como estopa: les prenderán fuego y los devorarán. No quedará un superviviente de la casa de Esaú. ¡Es Yahveh quien lo ha dicho!

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Abdías 1:18
23 Tagairtí Cros  

Sé muy bien cuán grande ha sido mi pecado. Por eso he querido ser el primero de toda la tribu de José en saludarle.


Y el pueblo se dispersó en busca de paja.


Dios, la Luz y el Santo de Israel, será el fuego y la llama que las destruirá. En una sola noche quemará esos espinos y zarzas, los asirios que destruyeron la tierra de Israel.


Hasta sus generales temblarán aterrorizados y huirán al ver las banderas de guerra de Israel, dice el Señor. Porque la llama de Dios arde vivamente en Jerusalén.


Pero son tan inútiles como hierba seca que arde en el fuego. Ni a sí mismos pueden librarse. Ningún auxilio recibirás de ellos. Su fuego no puede calentarte.


Por tanto Dios se encargará de ellos y los dará al fuego. Desaparecerán como la paja en las llamas. Las raíces se les pudrirán y las flores se les marchitarán, porque han desechado las leyes de Dios y han menospreciado la Palabra del Santo de Israel.


Él quemará toda esta maldad, estos espinos y zarzas. Y las llamas consumirán también los bosques y de sus incendios subirá una gran columna de humo.


La tierra está ensombrecida por las nubes negras provocadas por tal incendio, por la ira del Señor Todopoderoso. Pasto de las llamas es el pueblo. Cada cual lucha contra su hermano para robarle el alimento, pero nunca tendrá suficiente. ¡Finalmente, llegarán hasta comerse a sus propios hijos!


¡Ni uno de estos conspiradores de Anatot escapará con vida, porque sobre ellos traeré una desgracia espantosa! ¡Ya les llegará su hora!


«Toma un palo y graba sobre él estas palabras: “Este palo representa a Judá y sus tribus aliadas”. Luego toma otro palo y graba estas palabras sobre él: “Este palo representa a todas las otras tribus de Israel”.


¡Van saltando por las cumbres de las montañas! Escuchen el ruido que hacen, como el estruendo de los carros de guerra, como el rumor del fuego cuando arrasa un campo cultivado. Son un poderoso ejército entrando en fiera batalla.


Mataré a la gente de Asdod y destruiré al rey de Ascalón. Arremeteré con furia contra los habitantes de Ecrón y no dejaré con vida a ningún filisteo». Lo ha dicho el Señor.


Odien el mal y amen el bien; dejen que reine la justicia en sus tribunales. Quizás así el Señor, Dios Todopoderoso, tenga compasión de los pocos israelitas que quedan.


Les encanta beber vino en grandes cantidades y perfumarse con ungüentos aromáticos, pero no les importa el estado desastroso del país.


Ustedes, israelitas, asimilaron todo el daño como si fuera el contenido amargo de una gran copa. Pero les aseguro que las naciones de alrededor también la beberán. ¡Sí, la beberán, y a causa del castigo que les impondré se tambalearán y luego desaparecerán de la historia! ¡Será como si nunca hubieran existido como naciones!


Pero esa pequeña nación de Israel será también, en medio de tantos pueblos, tan poderosa y temible como un león entre muchos animales indefensos; o como un león entre un rebaño de ovejas, que al pasar las agarra y devora, sin que nadie las pueda librar de sus garras.


El Señor arroja a sus enemigos en el fuego como si fueran espinos; entonces ellos arden como si fueran paja.


»En ese tiempo haré que los jefes de Judá sean como un pequeño fuego que enciende un gran bosque, como antorcha encendida entre las gavillas de paja seca; acabarán con las naciones vecinas como lo hace el fuego con la paja, mientras Jerusalén quedará inconmovible, y volverá a ser habitada.


»Miren, el día del juicio se acerca. Será un día ardiente, como un horno. Ese día los soberbios y los malvados serán quemados como la paja; serán consumidos por completo, de modo que no quedará nada de ellos. Lo digo yo, el Señor Todopoderoso.


Hay varias clases de materiales que pueden emplearse al construir sobre el cimiento: oro, plata y piedras preciosas; o bien, madera, heno y hasta hojarasca.


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