Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Abdías 1:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

16 Ustedes, israelitas, asimilaron todo el daño como si fuera el contenido amargo de una gran copa. Pero les aseguro que las naciones de alrededor también la beberán. ¡Sí, la beberán, y a causa del castigo que les impondré se tambalearán y luego desaparecerán de la historia! ¡Será como si nunca hubieran existido como naciones!

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

16 De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beberán continuamente todas las naciones; beberán, y engullirán, y serán como si no hubieran sido.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Así como te tragaste a mi pueblo en mi monte santo, así tú y las naciones vecinas se tragarán el castigo que derramaré sobre ti. Sí, todas las naciones beberán, se tambalearán y desaparecerán de la historia.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Así como ustedes bebieron sobre mi monte santo, así van a beber, naciones que me rodean; beberán hasta que pierdan los sentidos, y serán luego como si no hubieran sido.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Como bebisteis en mi Santo Monte, Así todas las naciones beberán por turno; ¡Sí, beberán y apurarán! Y serán como si nunca hubieran sido.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Como bebisteis sobre mi santo monte, así beberán sin cesar todas las naciones; beberán y tragarán, y serán luego como si no hubieran sido.

Féach an chaibidil Cóip




Abdías 1:16
13 Tagairtí Cros  

Él callaba desde hace tiempo. Se había dominado, pero ahora desatará su ira. Gemirá y llorará como mujer que da a luz.


Esto dice el Señor a Edom: Si han de sufrir los inocentes, ¡cuánto más tú! ¡No te librarás! ¡Tienes que sufrir todas las consecuencias del juicio que te he preparado!


¿Te alegras, oh pueblo de Edom, que habitas en la región de Uz? ¡Tú también tendrás que sufrir todo este tormento!


Entonces se convencerán, por fin, que yo soy el Señor su Dios, y que habito en Sion, mi santo monte. Jerusalén será santa, y nunca más los extranjeros la volverán a invadir.


Sólo vienen a causar destrucción; por donde pasan siembran el terror. Sólo de ver sus rostros le gente se llena de miedo. Los prisioneros que toman son tantos, que son como la arena del mar.


Ya es tiempo de que el juicio comience por la propia familia de Dios. Y si comienza por nosotros, ¡imagínense el fin que les espera a los que no obedecen al evangelio de Dios!


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí