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2 Timoteo 3:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

11 También sabes cuántas persecuciones y sufrimientos he tenido que afrontar especialmente en Antioquía, Iconio y Listra; pero el Señor me ha librado de todo ello.

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Biblia Reina Valera 1960

11 persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Sabes cuánta persecución y sufrimiento he soportado, y cómo fui perseguido en Antioquía, Iconio y Listra; pero el Señor me rescató de todo eso.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 mi valentía, mis persecuciones y sufrimientos; sabes lo que me pasó en Antioquía, Iconio y Listra. ¡Cuántas persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas me libró el Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 mis persecuciones, mis sufrimientos, como los que me sucedieron en Antioquía,° en Iconio,° en Listra,° como los padecimientos que sufrí, y de todos me libró el Señor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 mis persecuciones y mis sufrimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas ellas me libró el Señor.

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2 Timoteo 3:11
43 Tagairtí Cros  

Él es el Ángel que me ha librado de todo mal. Que estos muchachos hagan perpetua la memoria de mi nombre y la de mis padres Abraham e Isaac, y que lleguen a ser una nación grande.


David entonó este cántico al Señor después que fue librado de Saúl y de todos sus enemigos:


Sí, tú me levantas por encima de mis enemigos, tú me libras de su violencia.


El bueno no está libre de tribulación; también tiene sus problemas pero en todos ellos lo auxilia el Señor.


Él los ayuda y los libra de los lazos de los malvados.


Porque el Señor dice: «Por cuanto me ama, yo lo libraré; lo protegeré porque confía en mi nombre.


No temas, pues yo estoy contigo, no te desanimes. Yo soy tu Dios, yo te fortaleceré, yo te ayudaré, yo te sostendré con mi triunfante mano diestra.


Aunque seas despreciado, no temas, oh Israel, porque yo te auxiliaré. Yo soy el Señor, tu Redentor; yo soy el Santo de Israel.


Cuando pases por aguas profundas de gran tribulación, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos no te ahogarás. Cuando pases por fuego no te quemarás, las llamas no te consumirán.


Van a intentar acabar contigo, pero fracasarán porque yo estoy contigo, dice el Señor. Yo te libraré.


Él libra y salva a los suyos; él hace grandes obras en el cielo y la tierra; es él quien ha librado a Daniel del poder de los leones.


pero Bernabé y Pablo continuaron su viaje hasta Antioquía de Pisidia. Al llegar el día de reposo, asistieron a la sinagoga y se sentaron.


Pero cuando los judíos vieron el gentío, llenos de celos se pusieron a blasfemar y a rebatir las palabras de Pablo.


Estando en Listra, pasaron junto a un hombre inválido de nacimiento, que nunca había caminado porque tenía los pies tullidos.


Y saben cómo he estado trabajando para el Señor con humildad y lágrimas, ante los atentados que los judíos han preparado contra mi vida.


La discusión se hizo cada vez más violenta. Entonces el comandante tuvo miedo de que hicieran pedazos a Pablo, por lo que ordenó a los soldados que lo sacaran por la fuerza y lo llevaran al cuartel.


Te voy a proteger de los judíos y de los que no son judíos. Te envío a los que no son judíos


Pero Dios hasta hoy me sigue ayudando, y así me mantengo firme, hablando de Dios a grandes y pequeños. Sólo les digo lo que los profetas y Moisés dijeron que sucedería:


Y yo le mostraré cuánto tendrá que sufrir por mi nombre.


Pidan que el Señor me proteja, en Jerusalén, de los que no son cristianos. Oren para que los cristianos de allí acepten el dinero que les llevo.


Pues así como sufrimos abundantemente por Cristo, así de grande es el consuelo que él nos da.


Tenemos una esperanza segura en ustedes, porque sabemos que participan tanto de nuestros sufrimientos como de nuestro consuelo.


Desde que sé que lo que sufro lo sufro por Cristo, me siento feliz por mis debilidades, los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades. En efecto, cuando soy débil, entonces soy fuerte.


He peleado la buena batalla, he llegado al final de la carrera y me he mantenido fiel.


No cabe duda entonces de que el Señor sabrá rescatar de las tentaciones a los que viven como él quiere y reservará a los injustos para castigarlos en el día del juicio.


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