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2 Tesalonicenses 1:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3 Amados hermanos, debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque ha crecido mucho su fe y el amor mutuo sigue abundando.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Amados hermanos, no podemos más que agradecerle a Dios por ustedes, porque su fe está floreciendo, y el amor de unos por otros, creciendo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Debemos dar gracias a Dios en todo tiempo por ustedes, hermanos. Es justo hacerlo, ya que siguen progresando en la fe y crece el amor de cada uno a los hermanos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Estamos obligados, hermanos, a dar siempre gracias a Dios por vosotros, porque es justo, pues vuestra fe crece abundantemente, y el amor mutuo de cada uno de todos vosotros abunda,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Tenemos que dar gracias a Dios sin cesar por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe se acrecienta con vigor y cada vez es mayor el amor de cada uno de vosotros por los demás.

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2 Tesalonicenses 1:3
26 Tagairtí Cros  

los justos progresarán y marcharán adelante; los de corazón puro serán cada vez más vigorosos y fuertes.


Continuamente crecerán en fortaleza y cada uno se presentará ante Dios en Sion.


Porque son transplantados al huerto del Señor, y están en los atrios de nuestro Dios.


La senda de los justos se parece a los primeros rayos de luz del amanecer, que brillan cada vez más hasta que es pleno día.


Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, pues tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y lo hemos encontrado”».


Luego los apóstoles le dijeron al Señor: ―¡Haz que nuestra fe aumente!


Si alguna de mis ramas no da uvas, la corta; pero a todas las ramas que dan fruto, las poda para que den todavía más fruto.


Antes que nada les diré que casi todo el mundo sabe de su fe. Y ustedes no saben cuántas gracias le doy a Dios a través de Jesucristo por ello.


No ceso de dar gracias a Dios que les concedió su amor por medio de Cristo.


Así que no queremos que se nos atribuya el trabajo que otros han realizado entre ustedes. Al contrario, esperamos que ustedes se desarrollen en la fe y que, dentro de los límites que se nos han concedido, nuestra obra entre ustedes se amplíe bastante.


También le darán gracias siempre y por todo a Dios, nuestro Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.


Está bien que yo piense así de todos ustedes, porque los llevo en el corazón. Ya sea que yo esté preso o defendiendo y confirmando el evangelio, todos ustedes participan conmigo del amor que Dios me ha dado.


Lo que pido en mis oraciones es que el amor de ustedes sea cada vez más grande y que su conocimiento y buen juicio crezcan,


Le rogamos al Señor que los haga crecer y que ustedes se amen más unos a otros y a todos, así como nosotros los amamos a ustedes.


Timoteo acaba de regresar de Tesalónica con las buenas noticias de la fe y del amor de ustedes. También nos dice que nos recuerdan con cariño y que tienen tantas ganas de vernos, como nosotros a ustedes.


¿Cómo podremos agradecer suficientemente a Dios por ustedes y por la alegría que nos han dado delante de él?


Ahora, hermanos, les suplicamos en el nombre del Señor Jesús que cada vez vivan más como le agrada a Dios, así como lo aprendieron de nosotros. En realidad, ya lo están haciendo.


Ahora bien, hermanos, en cuanto al retorno de nuestro Señor Jesucristo y a nuestro encuentro con él, les decimos esto:


En cambio, nosotros tenemos que dar siempre gracias a Dios por ustedes, hermanos amados del Señor, porque Dios determinó desde el principio escogerlos para ser salvos. Esto mediante la acción del Espíritu Santo que los hace santos y la fe que han depositado en la verdad.


Ahora que ustedes se han purificado porque obedecen a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense con todo su corazón unos a otros,


El Señor Jesucristo me ha revelado que mis días en este mundo están contados y que pronto he de partir; por ello, mientras viva, es mi obligación hacerles recordatorios como estos,


Más bien, crezcan en el amor y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea dada la gloria ahora y hasta la eternidad! Amén.


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