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2 Samuel 7:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

16 Tu dinastía y tu reino gozarán de mi favor, de modo que tu trono será establecido para siempre».

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Biblia Reina Valera 1960

16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Tu casa y tu reino continuarán para siempre delante de mí, y tu trono estará seguro para siempre”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Tu casa y tu realeza estarán para siempre ante mí, tu trono será firme para siempre'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante ti, y tu trono será estable eternamente.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono quedará consolidado para siempre'.

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2 Samuel 7:16
29 Tagairtí Cros  

El cetro estará en las manos de Judá, y el bastón de gobernante estará en sus pies, hasta que llegue el rey por excelencia, a quien todos los pueblos obedecerán.


»El Señor da una liberación maravillosa al rey, y muestra misericordia a David, su ungido, y a su descendencia para siempre».


Él será el que me va a edificar un templo, y yo estableceré su trono para siempre.


Natán, pues, fue ante David y le dijo todo lo que el Señor le había dicho.


Si haces esto, el Señor cumplirá la promesa que me dio, que si mi hijo y sus descendientes observaban sus caminos y le eran fieles, uno de ellos sería siempre rey sobre Israel, y mi dinastía jamás tendría fin.


haré que tus descendientes sean reyes de Israel para siempre, tal como prometí a David, tu padre, cuando le dije: “Uno de tus hijos será siempre rey sobre el trono de Israel”.


porque yo descenderé y salvaré a esta ciudad, por amor de mi nombre y por amor de mi siervo David”».


Sin embargo, como Dios había prometido a su siervo David que cuidaría y guiaría a sus descendientes, no destruyó a Judá.


»Ahora, Dios de Israel, cumple también la otra promesa que le hiciste a mi padre, cuando le dijiste: “Si tus descendientes obedecen mis leyes, como tú lo has hecho, te prometo que siempre habrá un descendiente tuyo que ocupe el trono de Israel”.


No se desentiende de los buenos; por el contrario, los honra colocándolos en tronos eternos.


Tu trono, oh Dios, permanece para siempre; la justicia en tu mano, es un cetro real.


Que él viva mientras el sol brille y la luna permanezca en el cielo. ¡Sí, eternamente!


“Estableceré tu dinastía para siempre, y afirmaré tu trono por todas las generaciones”».


Porque nos ha nacido un niño, se nos ha dado un hijo y él tendrá el gobierno sobre su hombro. Estos serán sus títulos de realeza: «Admirable», «Consejero», «Dios poderoso», «Padre eterno», «Príncipe de paz».


Su siempre creciente y pacífico reinado no acabará jamás. Gobernará con perfecta equidad y justicia desde el trono de David su padre. Traerá verdadera justicia y paz a todas las naciones del mundo. Esto ocurrirá porque el Dios Todopoderoso se ha empeñado en realizarlo.


esta nación nunca será destruida. Los descendientes de David serán nombrados reyes aquí en Jerusalén; nunca faltarán los reyes y príncipes que cabalguen con pompa y esplendor como señal de fuerza entre el pueblo y esta ciudad nunca será destruida.


Porque el Señor declara que desde entonces en adelante David tendrá por siempre un heredero que ocupe el trono de Israel.


Ellos vivirán en la tierra de Israel donde sus antepasados vivieron, la tierra que yo di a mi siervo Jacob. Ellos, sus hijos e hijas, y sus nietos y nietas, por todas las generaciones futuras. Y mi servidor David será su Príncipe para siempre.


»Durante el gobierno de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido, al que nadie jamás podrá conquistar. Este reino de Dios destruirá a todos estos reinos, pero él mismo permanecerá estable para siempre.


Le dieron la facultad de gobernar, reinar y ser tratado con gran respeto en todos los pueblos, culturas y naciones del mundo, para que siguieran sus disposiciones. Su poder es inmenso, nunca se acabará, su gobierno jamás será destruido.


Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y los poderes del infierno no prevalecerán contra ella.


La gente le respondió: ―Hemos aprendido de la ley que el Cristo vivirá para siempre; ¿por qué dices que el Hijo del hombre tiene que ser levantado? ¿Quién es ese Hijo del hombre?


Pero de su Hijo, dice: «Tu trono, oh Dios, es eterno, y gobiernas tu reino con justicia.


El séptimo ángel tocó la trompeta, y varias voces potentísimas gritaron desde el cielo: «El reino de este mundo pertenece ahora a nuestro Señor y a su Cristo; y él reinará para siempre».


Perdona mi atrevimiento al venir hasta aquí. El Señor ciertamente te recompensará haciendo que tú y tus descendientes tengan el reino, porque tú peleas las batallas del Señor y jamás se hallará maldad en ti.


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