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2 Samuel 3:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9-10 ¡Que Dios me mande el peor de los castigos si, de aquí en adelante, no hago todo lo posible por quitarte todo el reino, desde Dan hasta Berseba, para dárselo a David! ¡Así se cumplirá lo que el Señor le juró a David!

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Biblia Reina Valera 1960

9 Así haga Dios a Abner y aun le añada, si como ha jurado Jehová a David, no haga yo así con él,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¡Que Dios me castigue y aun me mate si no hago todo lo posible para ayudar a David a que consiga lo que el Señor le prometió!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Maldígame Dios una y otra vez si no ayudo desde ahora a David para que se cumpla lo que Yavé ha dicho,

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Así haga ’Elohim a Abner y aún le añada,° si lo que YHVH ha jurado a David no lo obtengo para él,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Así haga Dios con Abner y aun esto le añada, si no hago en favor de David lo que Yahveh le juró:

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2 Samuel 3:9
16 Tagairtí Cros  

Y les ordenó que le dijeran a Amasá: «Por cuanto eres mi sobrino, que Dios me quite la vida si no te nombro jefe de mi ejército, en lugar de Joab».


Entonces Amasá convenció a todos los caudillos de Judá, y ellos respondieron como un solo hombre. Entonces mandaron este mensaje al rey: «Vuelva a nosotros y traiga consigo a todos los que lo acompañan».


David se había negado a comer en el día del funeral, y todos le rogaban que se sirviera algo de comida. Pero David había jurado que no comería nada hasta la puesta del sol. Esto agradó a su pueblo; en verdad, todo lo que el rey hacia agradaba al pueblo.


ella le envió este mensaje a Elías: «¡Te juro por mis dioses, que mañana, a esta misma hora, tú serás hombre muerto! ¡Así como mataste a mis profetas, yo te mataré a ti!».


Entonces el rey Salomón hizo un gran juramento: «¡Que Dios me mate si Adonías no muere este mismo día, por haber hecho estos planes contra mí! ¡Lo juro por el Dios vivo, que me ha dado el trono de mi padre y este reino que él me prometió!».


A continuación está el registro de los hombres de guerra que se unieron a David en Hebrón. Estaban ansiosos de que David llegara a ser rey en lugar de Saúl, tal como el Señor había dicho que ocurriría.


Quiero morir donde tú mueras, y ser sepultada allí. Y que Dios me castigue si no cumplo mi promesa. Nada nos separará, ¡ni siquiera la muerte!


―Sí, Jonatán —dijo Saúl—, deberás morir. Que Dios me mate si no eres ejecutado por esto.


Samuel le dijo: ―¿Ves? El Señor ha rasgado de ti el reino de Israel hoy, y se lo ha dado a un prójimo tuyo que es mejor que tú.


¡Que Dios me maldiga si uno de sus hombres queda vivo mañana por la mañana!».


Él ha hecho simplemente lo que por boca mía había predicho y te ha quitado el reino y lo ha dado a tu rival David.


¿Qué te dijo el Señor? —le preguntó—. Dímelo todo y que Dios te castigue si me escondes algo de lo que te dijo.


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