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2 Samuel 19:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Y por todas partes sólo se hablaba de lo que había sucedido. La gente comentaba: «El rey David nos libró del poder de nuestros enemigos. Fue él quien nos salvó del dominio de los filisteos. Pero por culpa de Absalón tuvo que huir del país.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

9 Y todo el pueblo disputaba en todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos, y nos ha salvado de mano de los filisteos; y ahora ha huido del país por miedo de Absalón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Y por todas las tribus de Israel había mucha discusión y disputa. La gente decía: «El rey nos rescató de nuestros enemigos y nos salvó de los filisteos, pero Absalón lo echó del país.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Salió entonces el rey y fue a sentarse al lado de la puerta. Cuando se supo que el rey estaba sentado a la puerta, todo el pueblo se presentó ante el rey. La gente de Israel había huido a su casa,

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y todo el pueblo estaba en contienda por entre todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos libró de mano de nuestros enemigos, él mismo nos salvó de mano de los filisteos, pero ahora ha huido del país por causa de Absalón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Entonces el rey se levantó y tomó asiento a la puerta. Avisaron a todo el ejército: 'El rey está sentado a la puerta'. Y todo el ejército se presentó ante el rey. Los de Israel habían huido cada uno a su tienda.

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2 Samuel 19:9
15 Tagairtí Cros  

Al oír esto, David les dijo a todos sus oficiales que estaban con él en Jerusalén: ―¡Debemos huir de inmediato, o será demasiado tarde! Si salimos de la ciudad antes de que Absalón llegue, nos salvaremos nosotros y se salvará la ciudad de Jerusalén.


Arrojaron el cuerpo de Absalón en un gran hoyo que había en el bosque y pusieron un gran montón de piedras sobre él. Todo Israel huyó.


Siendo que Absalón, al que habíamos elegido como rey, ha muerto, ¿por qué no le rogamos al rey David que regrese y siga siendo nuestro rey?».


El rey siguió a Guilgal, llevando a Quimán consigo. Y la mayor parte de Judá y la mitad de Israel estaba allí para recibirlo.


»Tú me has salvado de los rebeldes de mi pueblo; me has preservado como cabeza de las naciones.


Entonces David salió y luchó contra los filisteos en Baal Perasín, y los derrotó. En esa ocasión David exclamó: «El Señor me abrió camino para derrotar a mis enemigos, tal como una corriente de agua se abre paso a través del valle». Por eso, a ese lugar se le dio el nombre de Baal Perasín.


Me diste la victoria en toda batalla. Vinieron las naciones y me sirvieron. Hasta los que yo no conocía vinieron a postrarse ante mí.


Entonces les dije: “Tráiganme sus aretes”. Ellos me los trajeron, los eché al fuego… y ¡salió este becerro!


De esa manera David venció al gigante filisteo. Como no tenía espada, corrió y sacó la del gigante de la vaina y lo mató con ella, y luego le cortó la cabeza. Cuando los filisteos vieron que su campeón había muerto, huyeron.


él les dijo: ―Díganle a David que la única dote que requiero son los prepucios de cien filisteos que él mismo haya matado. Lo único que deseo es vengarme de mis enemigos. Pero lo que Saúl tenía pensado era que David muriera en la pelea.


¿Te has olvidado de cuando arriesgó su vida por dar muerte a Goliat y cómo el Señor le dio una gran victoria a Israel como resultado? Entonces estabas muy feliz. ¿Por qué ahora quieres asesinar a un hombre inocente? No hay razón para ello.


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