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2 Samuel 15:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

25-26 Entonces, siguiendo las instrucciones de David, Sadoc llevó el cofre de regreso a la ciudad. ―Si es la voluntad del Señor —dijo David—, él me permitirá regresar para ver el cofre y el santuario nuevamente. Pero si no, que haga conmigo lo que mejor le parezca.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

25 Pero dijo el rey a Sadoc: Vuelve el arca de Dios a la ciudad. Si yo hallare gracia ante los ojos de Jehová, él hará que vuelva, y me dejará verla y a su tabernáculo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Luego el rey le dio instrucciones a Sadoc para que regresara el arca de Dios a la ciudad: «Si al Señor le parece bien —dijo David—, me traerá de regreso para volver a ver el arca y el tabernáculo;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 El rey dijo entonces a Sadoc: 'Lleva el Arca de Dios a la ciudad. Si merezco consideración a los ojos de Yavé, me traerá de vuelta y volveré a ver el Arca y su Morada.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Luego el rey dijo a Sadoc: Haz volver el Arca de Dios a la ciudad. Si he hallado gracia ante los ojos de YHVH, Él me hará volver, y me permitirá verla a ella y a su morada.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Dijo entonces el rey a Sadoc: 'Vuelve el arca de Dios a la ciudad, porque si Yahveh me concede su favor, me hará volver para que la contemple de nuevo junto con su morada.

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2 Samuel 15:25
19 Tagairtí Cros  

El cofre fue colocado dentro de una carpa que David había preparado para ponerlo allí. Luego, David ofreció holocaustos y sacrificios de paz al Señor.


David le dijo al profeta Natán: ―Mira, yo estoy viviendo en este hermoso palacio de cedro, mientras que el cofre de Dios está en una carpa.


Me alegré mucho cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor».


Por la casa del Señor nuestro Dios procuraré tu bienestar.


Señor, amo tu santuario en donde mora tu gloria.


Un sólo día en tu templo es mejor que mil en cualquier otro sitio. Preferiría ser portero del templo de mi Dios que vivir una vida cómoda en palacios de maldad.


Has conducido al pueblo que redimiste. En tu gracia misericordiosa lo guiaste hasta tu santa tierra.


Moisés un día habló allí con el Señor, y le dijo: ―Me has pedido que lleve a este pueblo a la Tierra prometida, pero no me has dicho a quién enviarás conmigo. Dices que eres mi amigo y que he hallado gracia delante de ti.


Si es así, te ruego que me indiques qué quieres que haga, para que pueda comprenderte claramente y saber que cuento con tu ayuda. No olvides que esta nación es tu pueblo.


Y Ezequías había preguntado: ―¿Qué señal me dará el Señor en garantía de que me sanará?


Por lo tanto, profetiza contra ellos. Diles que desde su santo templo tronará el Señor contra los suyos y contra todos los habitantes de la tierra. Gritará de coraje, y tan fuerte como lo hacen los que en la vendimia exprimen el jugo de las uvas bajo sus pies.


Pero no se dejen engañar por quienes mienten diciendo que por estar aquí el templo del Señor, Dios jamás permitirá que Jerusalén sea destruida.


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