2 Reyes 9:35 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

³⁵ Pero cuando salieron para sepultarla, encontraron solamente la calavera, los pies y las manos.

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Biblia Reina Valera 1960

³⁵ Pero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella más que la calavera, y los pies, y las palmas de las manos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁵ pero cuando fueron a enterrarla, solo encontraron el cráneo, los pies y las manos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁵ Fueron los sirvientes a sepultarla, pero sólo encontraron el cráneo, los pies y las manos.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁵ Fueron pues a sepultarla, pero no encontraron de ella más que la calavera, los pies, y las palmas de las manos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁵ Fueron a darle sepultura, pero no encontraron de ella más que la calavera, los pies y las manos.

2 Reyes 9:35 Tagairtí Cros

2 Reyes 9:10

Los perros se comerán a Jezabel, la esposa de Acab, en el campo de Jezrel, y nadie la sepultará”». Tan pronto hizo esto, el profeta abrió la puerta y salió corriendo.

2 Reyes 9:34

Entonces Jehú entró en el palacio para comer y beber. Después dijo: ―Que alguien vaya y sepulte a esta mujer maldita, porque es hija de un rey.

2 Reyes 9:36

Cuando regresaron y se lo contaron, él dijo: ―Esto es lo que el Señor, por medio del profeta Elías, dijo que ocurriría. Sí, el Señor dijo que los perros comerían su carne en Jezrel,

Eclesiastés 6:3

Si un hombre tiene cien hijos y otras tantas hijas y vive hasta muy anciano, pero al morir deja tan poco dinero que no le alcanza a sus hijos ni para enterrarlo decentemente, yo digo que mejor hubiera nacido muerto.

Jeremías 22:19

Lo enterrarán como si fuera un burro: lo sacarán de Jerusalén a rastras y lo echarán en el muladar más allá de los límites de la ciudad.

Jeremías 36:30

Y ahora el Señor añade esto respecto a ti, Joacim, rey de Judá: Este no tendrá un heredero que ocupe el trono de David. Su cadáver será dejado sin sepultar a la intemperie, expuesto al ardiente sol y a las heladas noches,

Hechos 12:23

En aquel mismo instante un ángel del Señor lo hirió con una enfermedad tan terrible que Herodes murió comido por los gusanos. ¡Todo por no darle la gloria a Dios!