2 Reyes 7:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 200813 Uno de sus oficiales propuso: ―Enviemos a algunos espías a averiguar lo que ocurre. Que vayan en cinco de los caballos que quedan. Si algo les ocurre, no será una pérdida mayor que la que les ocurrirá si se quedan aquí. ¡De todos modos, todos estamos condenados a morir! Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196013 Entonces respondió uno de sus siervos y dijo: Tomen ahora cinco de los caballos que han quedado en la ciudad (porque los que quedan acá también perecerán como toda la multitud de Israel que ya ha perecido), y enviemos y veamos qué hay. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente13 Entonces uno de sus oficiales le dijo: —Deberíamos mandar espías a investigar. Que se lleven cinco de los caballos que quedan. Si les pasa algo, no será peor que si se quedan aquí y mueren con todos nosotros. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)13 Pero uno de los consejeros le respondió: 'Tomemos cinco caballos de los que quedan. De todos modos están destinados a morir al igual que el total de los israelitas. Mandémoslos y veamos qué pasa'. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion13 Uno de sus siervos tomó entonces la palabra y dijo: Tómense cinco de los caballos que restan y enviémoslos y veamos, pues los que en ella han quedado van a correr igual suerte que toda la multitud de israelitas que ya ha perecido. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197513 Respondió uno de sus servidores: 'Tómense cinco caballos de los que quedan en la ciudad, pues ellos, lo mismo que toda la muchedumbre de Israel, están pereciendo, enviémoslos y ya veremos'. Féach an chaibidil |
El rey salió de la cama y les dijo a sus oficiales: ―Yo sé lo que ha ocurrido: como los sirios saben que tenemos hambre, han abandonado el campamento y se han escondido en los campos. Piensan que somos tan tontos que saldremos de la ciudad. Si salimos nos atacarán, nos harán esclavos y tomarán la ciudad.
Si salgo a los campos, allí están los cuerpos de los muertos caídos por las heridas de las espadas enemigas; y si ando por las calles, allí están tirados los muertos que causaron el hambre y la enfermedad. Y sin embargo, los profetas y sacerdotes por igual se encargaron de viajar por todo el país afirmando a diestra y siniestra de que todo andaba bien, hablando de cosas que ignoraban por completo.