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2 Reyes 4:41 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

41 ―Tráiganme un poco de harina —dijo Eliseo. La puso dentro de la olla, y dijo: ―Ya todo está bien, así que pueden servirle a todos para que coman. Así que todos comieron, sin sufrir ningún daño.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

41 Él entonces dijo: Traed harina. Y la esparció en la olla, y dijo: Da de comer a la gente. Y no hubo más mal en la olla.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

41 Eliseo les dijo: «Tráiganme un poco de harina». Entonces la arrojó en la olla y dijo: «Ahora está bien, sigan comiendo». Y ya no les hizo daño.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

41 El les dijo: 'Tráiganme harina'. La echó en la olla y añadió: 'Sírvan sopa a los hombres y que coman'. Y ya no había nada venenoso en la olla.

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La Biblia Textual 3a Edicion

41 Pero él dijo: Traedme harina. Y la echó en la olla y dijo: Sirve a la gente para que coma. Y no hubo nada malo en la olla.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 Él dijo entonces: 'Traedme harina'. Y la echó en la olla. Luego dijo: 'Servid a la gente y que coman'. Y no hubo ya nada malo en la olla.

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2 Reyes 4:41
7 Tagairtí Cros  

Entonces Eliseo se dirigió al manantial, que estaba en las afueras de la ciudad, y lanzando la sal en el manantial, declaró: ―El Señor ha purificado estas aguas. Ya no causarán más muerte ni esterilidad.


Entonces el profeta le mandó a decir que fuera a lavarse siete veces en el río Jordán, y que así sanaría de su lepra.


―¿Dónde cayó? —preguntó el profeta. El joven le mostró el lugar, y Eliseo cortó un palo, lo lanzó al agua e hizo que el hacha subiera a la superficie y flotara.


Por eso, Moisés oró al Señor para que los ayudara. Entonces el Señor le mostró un árbol que debía arrojar al agua. Así lo hizo y el agua se endulzó. Allí en Mara fue donde el Señor puso a prueba a los israelitas y les dio una ley que les serviría como norma de conducta.


Al acabar de decir esto, escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva, se lo untó al ciego en los ojos y le dijo:


Pero Pablo sacudió la mano y la víbora cayó al fuego y a él no le pasó nada.


Pues la locura de Dios es mucho más sabia que el más sabio plan humano, y lo débil de Dios es más fuerte que todos los hombres juntos.


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