2 Reyes 4:38 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

³⁸ Eliseo regresó a Guilgal. Había hambre en la tierra. Un día, mientras enseñaba a los jóvenes profetas, le dijo a Guiezi: ―Haz un guiso para que cenen estos hombres.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

³⁸ Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una olla grande, y haz potaje para los hijos de los profetas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁸ Eliseo regresó a Gilgal, y había hambre en la tierra. Cierto día, mientras un grupo de profetas estaba sentado frente a él, le dijo a su sirviente: «Pon una olla grande al fuego y prepara un guisado para el resto del grupo».

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁸ Eliseo volvió a Guilgal; había hambruna en la región. Cuando los hermanos profetas estaban sentados a su lado, dijo a su sirviente: 'Toma la olla grande y prepara un caldo para los hermanos profetas'.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁸ Y Eliseo volvió a Gilgal. Había entonces hambre en la tierra, y los hijos de los profetas se sentaron delante de él, y dijo a su siervo: Prepara la olla grande y guisa un potaje para los hijos de los profetas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁸ Volvió Eliseo a Guilgal. Había entonces hambre en la región. Estando los hijos de los profetas sentados ante él, dijo a su criado: 'Pon la olla grande y cuece un potaje para los hijos de los profetas'.

2 Reyes 4:38 Tagairtí Cros

Génesis 25:29

Un día Jacob estaba haciendo un guiso cuando Esaú llegó del campo muy cansado

2 Samuel 21:1

Durante el reinado de David hubo hambre por tres años consecutivos. Entonces David habló con el Señor acerca de esta situación, y el Señor le dijo: «El hambre ha venido por causa de que Saúl y su familia asesinaron a los gabaonitas».

1 Reyes 17:1

Elías, el profeta de Tisbé de Galaad, le dijo al rey Acab: «Tan cierto como que el Señor, Dios de Israel, vive, el Dios al cual adoro y sirvo, te digo que no habrá rocío ni lluvia durante varios años en Israel, hasta que yo lo diga».

2 Reyes 2:1

Llegó el día en que el Señor se iba a llevar a Elías al cielo en un torbellino. Elías le dijo a Eliseo cuando salieron de Guilgal:

2 Reyes 2:3

Allí los jóvenes que se preparaban para la labor profética salieron a recibirlos, y le preguntaron a Eliseo: ―¿Sabes que hoy el Señor va a llevarse a tu maestro de tu lado? ―¡Cállense! —dijo Eliseo—. ¡Desde luego que lo sé!

2 Reyes 4:1

Un día la esposa de uno de los miembros de la escuela de profetas le contó a Eliseo que su esposo había muerto. Era un hombre que amaba a Dios, según dijo ella. Pero al morir debía algún dinero, y el acreedor le estaba exigiendo su pago. Si ella no pagaba, la amenazó con llevarse a sus dos hijos como esclavos.

2 Reyes 4:39

Uno de los jóvenes fue al campo a buscar verduras y regresó con algunas calabazas silvestres, las partió y las puso en una olla, sin saber que eran venenosas.

2 Reyes 8:1

Eliseo le había dicho a la mujer a cuyo hijo él había resucitado: «Vete con tu familia a donde puedas, porque el Señor enviará un gran hambre sobre Israel, que durará siete años».

Job 30:4

Comen raíces y hojas,

Proverbios 8:34

¡Dichoso el hombre que me escucha, que me espera día tras día atentamente a las puertas de mi casa!

Ezequiel 11:3

“Ahora es el tiempo de reconstruir Jerusalén, pues nuestra ciudad es tan segura como un escudo de hierro y nos protegerá de todo mal”.

Ezequiel 11:7

»”Por lo tanto el Señor dice: ¿Ustedes piensan que esta ciudad es tan segura como un escudo de hierro? ¡Pues no lo es, no los protegerá! Sus muertos estarán tendidos adentro, pero ustedes serán arrastrados afuera y ahí los matarán.

Ezequiel 14:13

«Hombre mortal, cuando la gente de esta tierra cometa infracciones contra mis instrucciones, yo los aplastaré con mi puño y suspenderé su sustento y les haré sufrir hambre tanto a las personas como a los animales.

Ezequiel 24:3

Y ahora entrega esta parábola a estos rebeldes de Israel. Diles que el Señor Dios dice: “Coloquen una olla sobre el fuego para hervir.

Levítico 26:26

Destruiré sus abastecimientos de alimento, de modo que un horno será suficiente para cocer el pan de diez familias, y tendrán hambre después que les hayan dado su ración.

Amós 7:14

Pero Amós contestó: ―Yo no soy realmente uno de los profetas oficiales. Yo no desciendo de una familia de profetas. Soy tan sólo un pastor de ovejas y recolector de higos silvestres.

Marcos 6:37

―Aliméntenlos ustedes —fue la respuesta de Jesús. ―¿Y con qué? —preguntaron—. Costaría el salario de siete meses comprar comida para esta multitud.

Lucas 10:39

Ella tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor a escucharlo.

Lucas 2:46

Después de tres días, lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.

Lucas 4:25

En tiempos de Elías no llovió por tres años y medio y hubo mucha hambre en toda la tierra. En Israel vivían muchas viudas en esa época;

Lucas 8:35

La gente salió a ver lo que había pasado. Al llegar, encontraron a Jesús y, sentado a sus pies, al hombre del que habían salido los demonios. Cuando lo vieron vestido y en su sano juicio, se llenaron de miedo.

Lucas 8:38

el hombre del que habían salido los demonios le suplicó que lo dejara acompañarlo; pero Jesús le dijo:

Lucas 9:13

Jesús les dijo: ―Denles ustedes de comer. Ellos le respondieron: ―No tenemos más que cinco panes y dos pescados. Para dar de comer a toda esta gente tendríamos que ir a comprar comida.

Juan 21:5

Jesús les preguntó: ―Muchachos, ¿tienen algo de comer? ―No —contestaron ellos.

Juan 21:9

Al bajar a tierra, vieron una fogata con un pescado encima, y pan.

Hechos 10:38

»Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret y él anduvo haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Hechos 15:36

Varios días más tarde, Pablo le propuso a Bernabé regresar a visitar las ciudades donde anteriormente habían predicado la palabra del Señor, a fin de ver cómo estaban los creyentes.

Hechos 22:3

«Yo soy judío. Nací en Tarso de Cilicia, pero me crie en esta ciudad. Gamaliel fue mi maestro y él me enseñó la ley de nuestros antepasados. Me esforcé porque se honrara a Dios como lo hace cualquiera de ustedes hoy día.

1 Samuel 19:20

envió soldados para que lo capturasen. Pero cuando llegaron y vieron a Samuel y a los demás profetas que profetizaban, el Espíritu de Dios cayó sobre ellos y ellos también comenzaron a profetizar.