Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





2 Reyes 25:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Incendió el templo del Señor, el palacio y todas las demás casas de la ciudad.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

9 Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y todas las casas de los príncipes quemó a fuego.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Quemó por completo el templo del Señor, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantes de la ciudad.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Quemó la casa de Yavé, el palacio real y todas las casas de Jerusalén.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y quemó la Casa de YHVH, y el palacio real, y todas las casas de Jerusalem, y también prendió fuego a todas las casas de los nobles.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Incendió el templo de Yahveh, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió también fuego a todas las casas importantes.

Féach an chaibidil Cóip




2 Reyes 25:9
30 Tagairtí Cros  

yo arrancaré al pueblo de Israel de esta tierra que les he dado. Los arrancaré de este templo que he santificado para mi nombre y los echaré fuera de mi vista; e Israel será el centro de las burlas de las naciones, ejemplo y proverbio de un desastre repentino.


Este templo se transformará en un montón de ruinas, y todo el que pase quedará asombrado y se burlará preguntando: “¿Por qué el Señor ha hecho esto a esta tierra y a este templo?”.


Y luego quemó el templo, derribó los muros de Jerusalén, quemó todos los palacios y destruyó todo lo que tenía valor.


Pero después nuestros antepasados hicieron enojar al Dios del cielo, y él los entregó en las manos de Nabucodonosor, quien lo destruyó y se llevó cautivo al pueblo a Babilonia.


¡Oh Dios, tu tierra ha sido conquistada por naciones paganas! Tu templo está profanado y Jerusalén es un montón de ruinas.


¡Ay, no estés tan airado con nosotros, Señor, ni recuerdes para siempre nuestros pecados! Mira y ve que todos somos pueblo tuyo.


Pero si no me escuchan, y se niegan a dedicar para mí el sábado, y en sábado meten cargamentos de mercancía por estas puertas de Jerusalén como si fuera un día común, entonces incendiaré las puertas. El fuego se extenderá a los palacios y los destruirá, sin que nadie pueda apagar un incendio tan destructivo.


¿Qué derecho tienes para decir que el Señor destruirá este templo como hizo con el de Siló? ¿Qué es eso de que Jerusalén será destruida y nadie se salvará?


Ve y dile a Sedequías, rey de Judá, que el Señor dice así: Entregaré esta ciudad al rey de Babilonia y él la tomará e incendiará.


Volveré a llamar a los ejércitos de Babilonia que lucharán contra esta ciudad, la tomarán y la incendiarán. Y yo me encargaré de que las ciudades de Judá sean totalmente destruidas y queden desoladas, sin persona viva.


Aunque destruyeras a todo el ejército babilónico, aunque sólo quedara un puñado de sobrevivientes que yacieran heridos en sus tiendas, aún así saldrían tambaleantes de sus tiendas, te derrotarían y prenderían fuego a esta ciudad.


Esos babilonios tomarán esta ciudad, la incendiarán y la dejarán convertida en cenizas.


Mientras tanto el ejército incendió a Jerusalén, inclusive el palacio, y derribó las murallas de la ciudad.


ochenta hombres procedentes de Siquem, Siló y Samaria marcharon a Mizpa para adorar en el templo del Señor. Se habían rasurado la barba, habían rasgado sus vestiduras y herido sus cuerpos; y traían ofrendas y perfumes delicados.


incendió el templo, el palacio y las grandes mansiones,


Los enemigos se apoderaron de todos sus tesoros, los mismos enemigos a quienes tú prohibiste la pertenencia a tu nación favorita, ahora saquean incluso los tesoros del templo.


El Señor ha rechazado su propio altar, ha despreciado su santuario, ha entregado sus palacios a sus enemigos. ¡Hasta se atreven a gritar en el templo como si fuera un día de fiesta!


El monte de Sion esta desierto; en él sólo habitan los chacales.


Entonces el Señor habló al hombre vestido de lino y le dijo: «Ve entre las ruedas que giran debajo de los querubines y toma un puñado de brasas encendidas y espárcelas sobre la ciudad». Él lo hizo así, mientras yo observaba.


Ellos quemarán tus hogares, castigándote ante los ojos de muchas mujeres. Y yo me aseguraré de que detengas tus adulterios con otros dioses, y que termines tu costumbre de pagar a tus aliados para que acepten tu entrega.


Haré que sus ciudades queden desiertas, destruiré los lugares de adoración, y no responderé a sus ofrendas de incienso.


Los esparciré entre las naciones, y los destruiré. Sus tierras serán desoladas y sus ciudades quedarán destruidas.


En castigo por eso yo destruiré a Judá con fuego, y consumirá también todos los palacios de Jerusalén».


Pues el Señor ha mandado que las casas, tanto grandes como pequeñas, sean destruidas por completo.


Por eso, por culpa de ustedes, profetas falsos, Jerusalén será arada como si fuera un potrero y se convertirá en un montón de ruinas, y la montaña donde se asienta el templo se llenará de maleza como cualquier ruina abandonada.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí