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2 Reyes 23:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

30 Sus oficiales llevaron su cuerpo en un carro desde Meguido hasta Jerusalén, y lo sepultaron allí en la tumba que él había designado. Entonces el pueblo tomó a su hijo Joacaz y lo proclamó como rey de Judá, en lugar de su padre Josías.

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Biblia Reina Valera 1960

30 Y sus siervos lo pusieron en un carro, y lo trajeron muerto de Meguido a Jerusalén, y lo sepultaron en su sepulcro. Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz hijo de Josías, y lo ungieron y lo pusieron por rey en lugar de su padre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

30 Los funcionarios de Josías llevaron su cuerpo en un carro de guerra desde Meguido hasta Jerusalén y lo enterraron en su tumba. Entonces la gente de la nación ungió a Joacaz, hijo de Josías, y lo proclamó el siguiente rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

30 Sus servidores trajeron su cuerpo en carro desde Meguido y lo llevaron a Jerusalén donde lo sepultaron en su tumba; luego el pueblo eligió a Yoacaz, hijo de Josías, lo consagraron y lo instalaron como rey en lugar de su padre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

30 Y sus siervos lo transportaron° muerto desde Meguido, y lo llevaron a Jerusalem y lo sepultaron en su sepulcro. Después el pueblo de la tierra tomó a Joacaz ben Josías, y lo ungieron y lo proclamaron rey en lugar de su padre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

30 Sus servidores lo llevaron muerto en un carro desde Meguidó a Jerusalén y lo sepultaron en su sepulcro. La gente del país tomó a Joacaz, hijo de Josías, lo ungieron y lo proclamaron rey en lugar de su padre.

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2 Reyes 23:30
11 Tagairtí Cros  

Entonces, el pueblo de Judá tomó a Azarías hijo de Amasías, y lo puso por rey de Judá. En ese momento Azarías tenía dieciséis años.


Luego, la gente del pueblo dio muerte a los asesinos, y pusieron a Josías hijo de Amón, como rey de Judá.


La desgracia de este pueblo no ocurrirá sino hasta después de tu muerte, de modo que tú no verás el mal que traeré sobre este lugar”». Y ellos llevaron el mensaje al rey.


Sus oficiales lo llevaron en un carro a Jerusalén, donde lo sepultaron en el cementerio real.


Después de esto, el rey Necao, de Egipto, condujo su ejército contra los asirios hasta Carquemis, junto al río Éufrates, pero el rey Josías quiso impedirle el paso.


Lo sacaron de su carro de combate y lo pusieron en otro carro, y lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Fue sepultado allí, en el cementerio real. Y toda la gente de Judá y de Jerusalén lo lloró. Hasta el profeta Jeremías le compuso un canto fúnebre. Aún hoy día se cantan tristes canciones en las que se menciona la muerte del rey Josías. Esas canciones forman parte del Libro de los Lamentos.


¡No lloren la muerte de Josías! ¡Lloren más bien por los que son llevados cautivos! Porque jamás volverán a ver su país natal.


Esto dice el Señor respecto a Salún, que reinó después de su padre el rey Josías, y fue llevado cautivo:


»Canta estas estrofas para los jefes de Israel:


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