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2 Reyes 23:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 Asimismo el rey destruyó el altar de Tofet, que estaba en el valle de Ben Hinón, para que nadie pudiera usarlo nuevamente con el propósito de sacrificar a sus hijos o hijas quemándolos en honor a Moloc.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Asimismo profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasase su hijo o su hija por fuego a Moloc.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Después el rey profanó el altar de Tofet en el valle de Ben-hinom, a fin de que nunca más nadie lo usara para sacrificar a un hijo o una hija en el fuego como ofrenda a Moloc.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Josías destruyó el fogón del valle de Ben-Hinón, para que nadie más pudiese sacrificar en el fuego a su hijo o a su hija en honor a Molec.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 También declaró inmundo al Tofet° que estaba en el valle de Ben-hinom, para que nadie hiciera pasar por fuego a su hijo o a su hija en honor de Moloc.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Profanó también el Tófet que está en el valle de Ben Hinón, para que nadie hiciera pasar por el fuego a sus hijos o a sus hijas en honor de Móloc.

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2 Reyes 23:10
24 Tagairtí Cros  

Llegó a edificar un santuario en el monte que está frente a Jerusalén, para Quemós, el depravado dios de Moab, y otro para Moloc, el ídolo abominable de los amonitas.


Por el contrario, fue tan malo como los reyes de Israel. Tanta fue su maldad, que hasta sacrificó en el fuego a su hijo, para ofrecérselo a un dios falso, que era una ceremonia repugnante que practicaba la gente que antes vivía en aquella tierra que el Señor le dio a su pueblo Israel.


Llegaron aun a sacrificar en el fuego a sus propios hijos e hijas como ofrenda a sus dioses, consultaron a adivinos, practicaron la magia y se vendieron a sí mismos al mal. Por eso el Señor se enojó con ellos.


Además, hizo quemar en un altar pagano a uno de sus propios hijos. Practicó la brujería y la adivinación, y consultó a espiritistas y a adivinos. En fin, hizo todo lo que el Señor desaprueba. Por eso, el Señor se enojó con él.


Aun fue al valle de Ben Hinón, y no fue sólo a quemar incienso a los ídolos, sino también a sacrificar a su propio hijo en el fuego, como era costumbre en las naciones paganas que habían sido arrojadas de la tierra por el Señor, para dársela a su pueblo Israel.


Además, quemó a sus hijos en el valle de Bet Hinón, como sacrificio para sus dioses. Además, consultó a espiritistas, a adivinos y a encantadores, y fomentó toda suerte de mal, con lo que provocó la ira del Señor.


Hace tiempo está lista la hoguera funeraria de Moloc, el dios asirio, listo el montón de leña. El aliento del Señor como fuego de volcán la encenderá.


Debajo de los robles y de todo árbol frondoso tienen relaciones sexuales para adorar a los falsos dioses, y junto a los arroyos y en las cuevas de las rocas sacrifican a sus hijos como ofrenda en su honor.


Lleva contigo algunos de los hombres respetables del pueblo y algunos de los sacerdotes, y comunícales el mensaje que yo te daré.


Porque Israel me ha abandonado y ha convertido este valle en sitio de vergüenza e iniquidad. El pueblo le ofrece perfumes agradables a los ídolos en señal de homenaje, ídolos que ni esta generación ni sus antepasados ni los reyes de Judá habían honrado antes, y han empapado en sangre de niños inocentes este lugar.


Por todo esto, dice el Señor, este valle ya no será llamado Tofet ni Valle de Ben Hinón, sino Valle de la Matanza.


Y han edificado elevados altares a Baal en el valle de Ben Hinón. Allí han quemado a sus hijos como sacrificio a Moloc, algo que jamás ordené y ni siquiera imaginé sugerir. ¡Qué increíble iniquidad, la cual lleva a Judá a pecar tan espantosamente!


¿Debías también sacrificar a mis hijos en el fuego de los altares idolátricos?


Esperando que ellos retrocederían con horror, y sabrían que sólo yo soy el Señor, les permití contaminarse con los mismos dones que yo les había dado. ¡Hasta llegaron a quemar a sus primogénitos como ofrendas a sus dioses!


Pues cuando ofrecen regalos a ellos y entregan a sus pequeños para ser quemados, como lo hacen aún hoy, ¿creen ustedes que pondré atención a sus oraciones?, ¿creen que los ayudaré, oh israelitas? “¡Tengan por seguro”, dice el Señor Dios, “que no les daré ningún mensaje, aunque han acudido a mí para preguntar!


»No ofrecerán sus hijos a Moloc, quemándolos sobre su altar. Si lo hacen, profanarán el nombre de su Dios, porque yo soy el Señor.


Pues yo añado que el que se enoja contra su hermano está cometiendo el mismo delito. El que le dice “idiota” a su hermano, merece que lo lleven al juzgado. Y el que maldiga a una persona, merece ir a parar a las llamas del infierno.


Nadie debe presentar a su hijo o hija como ofrenda para ser quemada. Tampoco se debe practicar la adivinación, la brujería, la hechicería,


Luego pasaba a través del valle de Bet Hinón, al sur de Jebús (donde está localizada la ciudad de Jerusalén). Luego seguía por el occidente hasta la cumbre de la montaña que está sobre el valle de Hinón y hacia el norte por el valle de Refayin.


y allí descendía a las faldas de la montaña junto al valle de Ben Hinón al norte del valle de Refayin. Desde allí continuaba a través del valle de Ben Hinón, cruzaba al sur de la antigua ciudad de Jerusalén, donde vivían los jebuseos, y seguía descendiendo hasta Enroguel.


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