Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





2 Reyes 13:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

23 Pero el Señor tuvo misericordia del pueblo de Israel, y no permitió que fuera totalmente destruido. Dios se compadeció de ellos y también se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

23 Mas Jehová tuvo misericordia de ellos, y se compadeció de ellos y los miró, a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob; y no quiso destruirlos ni echarlos de delante de su presencia hasta hoy.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

23 pero el Señor tuvo bondad y misericordia de los israelitas y no los destruyó por completo. Tuvo compasión de ellos por el pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob; y hasta el día de hoy no los ha destruido por completo ni los ha expulsado de su presencia.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Pero después Yavé los perdonó y tuvo compasión de ellos; se volvió hacia ellos a causa de la alianza que había hecho con Abrahán, Isaac y Jacob y no quiso destruirlos. Todavía no los había echado lejos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

23 Pero YHVH tuvo misericordia de ellos y se compadeció de ellos, y se volvió hacia ellos a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob; y no quiso destruirlos, ni arrojarlos de su presencia hasta ahora.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Pero Yahveh tuvo piedad y misericordia de ellos y se volvió hacia ellos a causa de su alianza con Abrahán, Isaac y Jacob. Por eso no quiso destruirlos ni arrojarlos de su presencia hasta hoy.

Féach an chaibidil Cóip




2 Reyes 13:23
36 Tagairtí Cros  

Por eso el Señor dijo: «No dejaré que el ser humano viva muchísimos años, porque su maldad ha aumentado. De modo que sólo lo dejaré vivir ciento veinte años».


Sin embargo, Dios mío, has oído y contestado mi petición.


Cuando el rey Jazael, de Siria, murió, su hijo Ben Adad reinó en su lugar.


Pero Joacaz pidió ayuda al Señor, y él oyó su oración, y vio cuán terriblemente el rey de Siria estaba oprimiendo a Israel.


Porque el Señor había visto la situación tan triste en que estaban los habitantes de Israel, tanto libres como esclavos, y que no tenían quién los defendiera.


Así que el Señor los libró por medio de Jeroboán II, pues aún no había decidido hacer desaparecer al pueblo de Israel.


Tanto fue el enojo del Señor contra los israelitas que dejó que se los llevaran lejos de su tierra. Tan solo dejó a la tribu de Judá.


Entonces el Señor desechó a todos los descendientes de Jacob. Los castigó entregándolos en manos de sus enemigos, y dejó que fueran llevados lejos de su tierra.


hasta que el Señor, finalmente, los arrojó lejos de su presencia, cumpliendo así lo que había anunciado por medio de sus siervos los profetas. Israel fue llevado cautivo a Asiria, donde está hasta estos días.


Por eso, el Señor, en su ira, mandó lejos de su presencia a la gente de Judá y de Jerusalén.


Aunque pasen mil generaciones, él jamás olvida sus promesas.


Es el pacto que él hizo con Abraham, el juramento que le hizo a Isaac.


Se acordaba del pacto que había hecho con ellos, y por su gran amor les tuvo compasión.


No me arrojes de tu presencia. No quites de mí tu santo Espíritu.


Pero él fue misericordioso; les perdonaba sus pecados y no los destruía. Una y otra vez contuvo su ira.


pero tú, Señor, eres misericordioso y bueno, Dios, lento para enojarte, y lleno de gran amor y verdad.


Y el Señor le respondió: ―Haré que pase delante de ti mi gloria, y pronunciaré mi nombre, pues soy bondadoso y compasivo con quien quiero.


Pero después volveré y tendré compasión de todos ellos, y los traeré de regreso a su tierra, cada uno a su provincia de origen, la que le pertenece.


Aunque el Señor la aflija, también le mostrará compasión, por la grandeza de su bondad.


entonces yo recordaré nuevamente las promesas que les hice a Abraham, a Isaac y a Jacob, y recordaré la tierra y su desolación.


»Entonces me volveré a los de la izquierda y les diré: “¡Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus demonios.


»Porque el Señor verá que su pueblo tenga justicia y tendrá compasión de ellos cuando se desvíen. Verá cuando su fuerza se agote, tanto en el esclavo como en el libre,


Esos sufrirán la pena de la destrucción eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder.


Entonces destruyeron todos los dioses extranjeros y adoraron solamente al Señor. Y el Señor se compadeció de su dolor.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí