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2 Reyes 11:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

19 Luego él, los jefes, los guardianes y todo el pueblo condujeron al rey desde el templo del Señor y, pasando la guardia, lo llevaron a la casa del rey. Y allí Joás se sentó en el trono real.

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Biblia Reina Valera 1960

19 Después tomó a los jefes de centenas, los capitanes, la guardia y todo el pueblo de la tierra, y llevaron al rey desde la casa de Jehová, y vinieron por el camino de la puerta de la guardia a la casa del rey; y se sentó el rey en el trono de los reyes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Después los comandantes, los mercenarios cariteos, los guardias del palacio y toda la gente del reino escoltaron al rey desde el templo del Señor; pasaron por la puerta de la guardia y entraron al palacio, y el rey se sentó en el trono real.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 y llevando consigo a los oficiales, a los carios, a los guardias y a todo el pueblo, pidió al rey que bajara desde la casa de Yavé al palacio real por el camino de la Puerta de la Guardia y allí se sentó en el trono real.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Después tomó a los capitanes de centuria, a los quereteos, a los de la escolta, y a todo el pueblo de la tierra, e hicieron bajar al rey desde la Casa de YHVH, y entraron a la casa real por el camino de la entrada de la escolta, y él se sentó en el trono de los reyes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Y habiendo reunido a los jefes de centuria, a los carios, a los de la guardia real y a toda la gente del país, bajaron al rey desde el templo de Yahveh y por la puerta de la guardia real entraron en el palacio del rey. Y él se sentó en el trono real.

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2 Reyes 11:19
13 Tagairtí Cros  

Mientras tanto en Egipto, José fue vendido a Potifar por los mercaderes. Potifar era un funcionario del faraón, rey de Egipto. Era nada menos que el capitán de la guardia.


Ve inmediatamente a la presencia del rey David y pregúntale: “Señor mío, ¿no prometiste que mi hijo Salomón sería el nuevo rey y que él se sentaría en tu trono? Entonces, ¿por qué Adonías está reinando?”.


Para reemplazarlos, Roboán hizo escudos de bronce, y los puso bajo la custodia de los guardias que cuidaban las puertas.


De esta manera Salomón se sentó en el trono, en lugar de su padre David, y tuvo mucho éxito. Y todo el pueblo de Israel le obedecía.


También puso guardianes en la entrada del templo, para que no dejaran entrar a quienes estuvieran ritualmente impuros.


Luego los oficiales del ejército, los nobles, los gobernadores y todo el pueblo escoltaron al rey. Salieron del templo, entraron por la puerta superior del palacio real, y sentaron al rey en el trono.


Otro tercio irá al palacio real, y el último tercio estará en la puerta de abajo. Todo el pueblo permanecerá en los atrios del templo, en la forma requerida por la ley de Dios, porque solamente los sacerdotes y levitas que estén cumpliendo con sus obligaciones pueden entrar en el templo, porque están santificados.


esta nación nunca será destruida. Los descendientes de David serán nombrados reyes aquí en Jerusalén; nunca faltarán los reyes y príncipes que cabalguen con pompa y esplendor como señal de fuerza entre el pueblo y esta ciudad nunca será destruida.


El Señor dice: Haz constar que este Jeconías no tendrá descendencia, pues ninguno de sus hijos ocupará el trono de David ni gobernará en Judá. Su vida no tendrá ninguna importancia.


Si dejan las terribles acciones que están cometiendo, yo libraré a esta nación y otra vez le daré reyes que ocupen el trono de David, y habrá prosperidad para todos.


Y Jesús le respondió: ―Cuando yo, el Hijo del hombre, me siente en mi trono de gloria, ustedes, mis discípulos, se sentarán en doce tronos a juzgar a las doce tribus de Israel.


»Cuando yo, el Hijo del hombre, venga en todo mi esplendor junto con los ángeles, me sentaré en mi trono de gloria


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