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2 Pedro 1:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 Dios nos ha dado preciosas y grandísimas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción de este mundo debido a los malos deseos, puedan ser partícipes de la naturaleza divina.

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Biblia Reina Valera 1960

4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 y debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Por ellas nos ha concedido lo más grande y precioso que se pueda ofrecer: ustedes llegan a ser partícipes de la naturaleza divina, escapando de la corrupción que en este mundo va a la par con el deseo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 por medio de las cuales nos ha dado° preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegarais a ser consubstanciales° con la naturaleza divina; habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 en virtud de las cuales nos hizo donación de preciosas y magníficas promesas, para que seáis participantes de la divina naturaleza huyendo de la corrupción existente en el mundo por causa de la concupiscencia.

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2 Pedro 1:4
25 Tagairtí Cros  

El pueblo de Israel fue adoptado como hijo de Dios. El Señor le mostró su gloria divina; le dio los pactos, la ley, el culto y las promesas.


Él hace lo que dice y cumple las promesas de Dios. Y nosotros, por medio de Cristo, respondemos «amén», para gloria de su nombre.


Así que todos nosotros, con el rostro descubierto, reflejamos la gloria del Señor como si fuéramos espejos. Y el Espíritu del Señor nos va transformando de gloria en gloria, y cada vez nos parecemos más a él.


Por eso el Señor añade: «Salgan de en medio de ellos, apártense; no toquen sus inmundicias, y yo los recibiré


De la misma manera, Dios les hizo promesas a Abraham y a su descendencia. Noten ustedes que no dice que las promesas eran para los descendientes de Abraham, como si fueran muchos; sino que dice «para su descendencia»; pues bien, esa descendencia es Cristo.


El que siembra para satisfacer los apetitos de su naturaleza pecaminosa, de ella cosechará destrucción; pero quien planta lo que le agrada al Espíritu, cosechará vida eterna del Espíritu.


De esta manera, todos llegaremos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, hasta que lleguemos a ser una humanidad en plena madurez, tal como es Cristo.


Ya se pusieron una ropa nueva, que es la nueva vida que se renueva todo el tiempo hasta que llegue a parecerse a su Creador.


Nuestros padres nos disciplinaban por breve tiempo, de acuerdo con lo que a ellos les parecía mejor; pero Dios lo hace para nuestro bien, para que seamos santos como él.


Por eso, Cristo es mediador de un nuevo pacto. Por medio de su muerte, los llamados recibirán la herencia eterna que se les ha prometido, y serán liberados de los pecados que han cometido.


La religión pura y sin mancha que a Dios le agrada es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus problemas, y estar siempre limpio sin mancharse con la maldad del mundo.


Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo han alcanzado una fe tan preciosa como la nuestra:


Pero nosotros esperamos, según Dios ha prometido, nuevos cielos y una tierra nueva en la que morará la justicia.


El Señor no demora el cumplimiento de su promesa, como algunos suponen. Más bien lo que quiere es que nadie se pierda, por lo que está alargando el plazo para que todos se arrepientan.


Y él mismo nos ha prometido la vida eterna.


Sí, amados míos, ahora somos hijos de Dios, y no podemos ni siquiera imaginarnos lo que vamos a ser después. Pero de algo estamos ciertos: que cuando él venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.


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