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2 Crónicas 9:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

8 ¡Bendito sea el Señor tu Dios! ¡Cuánto amor sentirá Dios por Israel, que le ha dado un rey justo como tú! Él quiere que su pueblo sea una nación grande y fuerte para siempre».

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Biblia Reina Valera 1960

8 Bendito sea Jehová tu Dios, el cual se ha agradado de ti para ponerte sobre su trono como rey para Jehová tu Dios; por cuanto tu Dios amó a Israel para afirmarlo perpetuamente, por eso te ha puesto por rey sobre ellos, para que hagas juicio y justicia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Alabado sea el Señor tu Dios, quien se deleita en ti y te ha puesto en el trono como rey para que gobiernes para él. Debido a que Dios ama a Israel y desea que este reino permanezca para siempre, te ha hecho rey sobre ellos para que puedas gobernar con justicia y rectitud».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Bendito sea Yavé, tu Dios, que te quiere y te ha puesto sobre su trono como rey en su nombre. Yavé, tu Dios, ama a Israel y lo quiere conservar para siempre, y por eso te ha puesto por rey sobre ellos para administrar derecho y justicia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 ¡Bendito sea YHVH tu Dios, que se agradó de ti para ponerte en su trono como rey para YHVH tu Dios! Porque tu Dios ama a Israel para afirmarlo perpetuamente, por eso te ha puesto como su rey, para que practiques el derecho y la justicia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 ¡Bendito sea Yahveh, tu Dios, que se ha complacido en ti poniéndote sobre su trono como rey de Yahveh, tu Dios! Por el amor de tu Dios a Israel, para que éste subsista para siempre, te ha constituido rey, para administrar derecho y justicia'.

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2 Crónicas 9:8
31 Tagairtí Cros  

La Roca de Israel me dijo: “El que reine con justicia, el que gobierne en el temor de Dios,


David reinó con justicia sobre Israel y a todos los trató por igual.


¡Bendito sea el Señor tu Dios que te escogió y te puso en el trono de Israel! ¡Cuánto amor le tiene el Señor a Israel, que le ha dado un rey como tú! Y tú le das a tu pueblo un gobierno justo y bueno».


Pronto se difundió este suceso y la sabia decisión del rey por toda la nación, y todo el pueblo estaba asombrado, porque comprendieron la gran sabiduría que Dios le había dado al rey para hacer justicia.


Has declarado que tu pueblo Israel te pertenece para siempre, y has llegado a ser su Dios.


El Señor me ha dado muchos hijos, y de entre ellos ha escogido a Salomón para que sea mi sucesor en el trono de su reino de Israel.


Mientras permanecía todavía en presencia de toda la asamblea, David dirigió así sus alabanzas al Señor: «¡Señor, Dios de nuestro padre Israel, alabamos tu nombre ahora y para siempre!


Entonces David se dirigió a todo el pueblo y le dijo: «¡Alaben al Señor su Dios!». Ellos lo hicieron así, inclinándose a tierra delante del Señor y del rey.


De esta manera Salomón se sentó en el trono, en lugar de su padre David, y tuvo mucho éxito. Y todo el pueblo de Israel le obedecía.


»¿Creen ustedes realmente que pueden derrotar al reino del Señor, cuyo servidor es descendiente de David? ¡Ustedes son muchos más que nosotros, pero tienen los becerros de oro que Jeroboán les hizo, para que los adoren como a dioses!


En cuanto al salario, mi propósito es pagar a tus hombres con veinte mil cargas de trigo, veinte mil cargas de cebada, veinte mil medidas de vino, y veinte mil medidas de aceite de oliva».


El rey Hiram le contestó al rey Salomón: «¡Es porque el Señor ama a su pueblo, que te ha elegido como su rey!


¡Qué gran privilegio tienen estos hombres de trabajar aquí y oírte hablar!


La reina de Sabá entregó al rey un obsequio de tres mil novecientos sesenta kilos de oro, y grandes cantidades de especias de incomparable calidad, e incontables joyas.


Me llevó a un sitio seguro, porque en mí se deleita.


«Este es aquel que se encomendó al Señor, ¡pues que el Señor lo salve! Si el Señor lo ama tanto, ¡que el Señor lo libere!».


Ayúdale a juzgar a tu pueblo con rectitud, y tratar a los pobres con justicia.


Rey poderoso, que amas la justicia: tú has establecido igualdad y has actuado con justicia por todo Israel.


El Señor prefiere que practiquemos la justicia y la honradez en lugar de los sacrificios.


Un rey justo da estabilidad a su nación, pero el que exige tributos, la destruye.


Vean a mi Siervo, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien me deleito. En él he puesto mi Espíritu, él mostrará lo que es justicia a las naciones del mundo.


Jamás volverán a llamarte «La Abandonada» ni a tu nación «La Arruinada». Tu nuevo nombre será «Mi Preferida» y tu nación, «La Desposada», porque en ti se deleita el Señor y te reclamará como posesión suya.


Su siempre creciente y pacífico reinado no acabará jamás. Gobernará con perfecta equidad y justicia desde el trono de David su padre. Traerá verdadera justicia y paz a todas las naciones del mundo. Esto ocurrirá porque el Dios Todopoderoso se ha empeñado en realizarlo.


Fue porque él te amó y cumplió la promesa hecha a tus antepasados. Por esta razón te liberó de la esclavitud de Egipto con una gran demostración de poder y milagros maravillosos.


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