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2 Crónicas 7:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 El día veintitrés del mes séptimo, el rey despidió a toda la gente. Así que todos regresaron a sus pueblos y a sus casas, muy alegres por lo bueno que el Señor había sido con David, con Salomón y con su pueblo Israel.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

10 Y a los veintitrés días del mes séptimo envió al pueblo a sus hogares, alegres y gozosos de corazón por los beneficios que Jehová había hecho a David y a Salomón, y a su pueblo Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Luego, al final de la celebración, Salomón despidió al pueblo. Todos estaban llenos de alegría y muy contentos porque el Señor había sido bueno con David, con Salomón y con su pueblo Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 El día veintitrés del mes séptimo, Salomón mandó al pueblo a sus tierras alegre y contento por el bien que Yavé había hecho a David, a Salomón y a su pueblo Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y en el día veintitrés del mes séptimo mandó al pueblo a sus tiendas, regocijantes y alegres de corazón por la benevolencia que YHVH había mostrado a David y a Salomón, y a su pueblo Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 En el día veintitrés del mes séptimo, Salomón envió al pueblo a sus tiendas, contentos y con el corazón alegre por todos los beneficios que Yahveh había otorgado a David, a Salomón y a su pueblo Israel.

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2 Crónicas 7:10
22 Tagairtí Cros  

Después Salomón despidió al pueblo. Todos bendijeron al rey Salomón y regresaron felices a sus casas, por la misericordia que el Señor había tenido con su siervo David y con su pueblo Israel.


Ezequías y todo el pueblo estaban muy felices, porque el Señor les permitió prepararse rápidamente para este acto.


Jerusalén no había visto una celebración como esta desde los días de Salomón, hijo del rey David.


Y ahora, Señor Dios, levántate y entra en este lugar de descanso que es tuyo, donde ha sido colocado el cofre de tu poder. Haz que tus sacerdotes, Señor Dios, sean revestidos de salvación, y haz que tus santos se regocijen en tus bondadosas proezas.


De esta manera dio término Salomón a la construcción del templo del Señor, así como a la de su propio palacio. Y logró realizar todo lo que se había propuesto hacer.


El octavo día se llevó a efecto una solemne asamblea, pues habían celebrado la consagración del altar durante siete días, y la fiesta de los Tabernáculos durante otros siete días.


Además, Esdras les dijo: «¡Vayan a sus casas a celebrar este día! Preparen buena comida, beban vino dulce y compartan con los que no tienen nada preparado. No, no se entristezcan porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza».


adoren al Señor con regocijo. Preséntense ante él con cántico de júbilo.


¡Siéntanse orgullosos de su santo nombre; adoradores de Dios, alégrense!


Hazme compartir el bienestar de tus escogidos, participar en la alegría de tu pueblo, y alabarte con aquellos que son tu herencia.


¡Regocíjense en él, ustedes los justos, y griten de júbilo todos ustedes los de recto corazón!


¡Me maravilla, oh Señor, lo que tu has hecho por mí! Canto de puro júbilo por las obras que haces.


Jetro, suegro de Moisés y sacerdote de Madián, supo las maravillosas cosas que el Señor había hecho por su pueblo Israel y por Moisés, y cómo el Señor los había sacado de Egipto.


»”A principios de octubre, durante cada uno de los siete días de la fiesta anual, él proveerá estos mismos sacrificios para la ofrenda por las infracciones generales, la ofrenda quemada, la ofrenda de harina y la ofrenda de aceite.


Después prepararon un banquete y el carcelero rebosaba de gozo, al igual que sus familiares, porque ya todos creían en Dios.


Todos los días se reunían en el templo y en los hogares, compartían los alimentos con regocijo y sencillez de corazón


Allí te regocijarás delante del Señor con tus hijos e hijas y siervos. Además, recuerda siempre de invitar a los levitas para que hagan fiesta contigo, porque ellos no tienen tierra propia.


Todas deberán ser llevadas delante el altar donde tú, tus hijos y los levitas comerán de ellas delante del Señor tu Dios. Él te dirá dónde quedará establecido este altar. Regocíjate delante del Señor tu Dios en todo lo que haces.


Tú y tu familia harán fiesta allí delante del Señor tu Dios y te regocijarás en todo lo que él ha hecho por ti.


Este es un tiempo de gozo delante del Señor y lo celebrarás con tu familia y toda tu casa. No te olvides de invitar a los levitas que viven en tu ciudad, a los exiliados, a las viudas y a los huérfanos. Invítalos y haz que te acompañen en la celebración en el santuario.


Alégrense siempre en el Señor. Se lo repito: ¡Alégrense!


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