Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





2 Crónicas 6:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que le habló a mi padre David, y que acaba de cumplir la promesa que le hizo al decir:

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

4 Y él dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel, quien con su mano ha cumplido lo que prometió con su boca a David mi padre, diciendo:

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 «Alabado sea el Señor, Dios de Israel, quien cumplió la promesa que le hizo a mi padre David; pues le dijo a mi padre:

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Bendito sea Yavé, Dios de Israel, que habló por boca de mi padre David, y ha cumplido por su mano lo que dijo:

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y dijo: ¡Bendito sea YHVH Dios de Israel!, que ha cumplido con su mano lo que habló con su boca a David mi padre, diciendo:

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Y exclamó: '¡Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, que ha dado cumplimiento con sus manos a lo que prometió con su boca a mi padre David, cuando le dijo:

Féach an chaibidil Cóip




2 Crónicas 6:4
17 Tagairtí Cros  

«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que ha cumplido hoy lo que prometió a mi padre David.


Él será quien construya un templo para mí, y estableceré su reino para siempre.


Mientras permanecía todavía en presencia de toda la asamblea, David dirigió así sus alabanzas al Señor: «¡Señor, Dios de nuestro padre Israel, alabamos tu nombre ahora y para siempre!


Entonces David se dirigió a todo el pueblo y le dijo: «¡Alaben al Señor su Dios!». Ellos lo hicieron así, inclinándose a tierra delante del Señor y del rey.


Tú has cumplido la promesa que hiciste a mi padre David, y aquí tenemos la evidencia de su cumplimiento.


Señor, Dios de Israel, te ruego que cumplas también esta promesa.


Luego el rey volvió el rostro hacia la congregación, que permanecía de pie para recibir su bendición. El rey dijo:


“Desde que traje a mi pueblo desde la tierra de Egipto, nunca había escogido una ciudad en Israel para la ubicación de un templo en el cual estuviera mi nombre; y nunca antes había elegido un guía para mi pueblo Israel. Pero ahora he escogido a Jerusalén para residir en ella, y a David como rey”.


Entonces Esdras bendijo al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo dijo: «¡Amén!», y levantaron las manos al cielo. Luego se arrodillaron y adoraron al Señor, inclinándose hasta tocar el suelo con la frente.


¡Bendigan al Señor, al Dios de Israel, cuya existencia data de un eterno pasado, y se extiende a un eterno porvenir! ¡Así sea! ¡Amén!


¡Canten alabanzas a su nombre! Alcen su voz en cántico al que cabalga sobre las nubes. Señor es su nombre. Regocíjense en su presencia.


El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras permanecerán, para siempre.


Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos porque pertenecemos a Cristo.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí