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2 Crónicas 21:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

7 Sin embargo, el Señor no quería acabar con la dinastía de David, porque había hecho un pacto con él, y le había prometido que siempre uno de sus descendientes se sentaría sobre el trono de Judá.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

7 Mas Jehová no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había dicho que le daría lámpara a él y a sus hijos perpetuamente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 No obstante, el Señor no quiso destruir la dinastía de David, porque había hecho un pacto con David y le había prometido que sus descendientes seguirían gobernando, brillando como una lámpara por siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Pero Yavé no quiso destruir la descendencia de David, a causa de la alianza que había hecho con David, cuando le prometió que le guardaría siempre una lámpara a él y a sus hijos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Pero YHVH no quiso destruir la casa de David a causa del pacto que había concertado con David, y de conformidad con su promesa, que le daría una lámpara a él y a sus hijos para siempre.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 No obstante, Yahveh no quiso destruir la casa de David por causa de la alianza que había pactado con David, puesto que le había prometido darle para siempre una lámpara, a él y a sus hijos.

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2 Crónicas 21:7
19 Tagairtí Cros  

Pero Abisay hijo de Sarvia corrió en su ayuda y mató al filisteo. Después de aquello, los hombres de David le juraron: «¡Nunca más saldrá con nosotros cuando haya guerra! ¿Por qué habremos de arriesgarnos a que se apague la luz de Israel?».


»¡Dios ha escogido a mi familia! Sí, Dios ha hecho un pacto eterno conmigo, su acuerdo es eterno, claro y seguro. Él velará constantemente por mi seguridad y mi triunfo.


Su hijo quedará con la tribu restante, de modo que los descendientes de David continuarán reinando en Jerusalén, la ciudad que yo escogí para que sea el lugar en que se rinda culto a mi nombre.


Pero a pesar del pecado de Abías, el Señor recordó el amor de David y no permitió que se acabara la dinastía de David. Por eso, permitió que Abías tuviera un hijo que se sentara sobre el trono en Jerusalén.


Sin embargo, como Dios había prometido a su siervo David que cuidaría y guiaría a sus descendientes, no destruyó a Judá.


Cuando murió lo sepultaron en el cementerio real de la ciudad de David, la sección antigua de Jerusalén. Y su hijo Ocozías reinó en su lugar.


Pero Josaba, que era hermana del rey Ocozías, escondió a Joás hijo de Ocozías y a su niñera en uno de los dormitorios del templo. Josabet era hija del rey Jorán, y esposa del sacerdote Joyadá.


»Ahora, Dios de Israel, cumple también la otra promesa que le hiciste a mi padre, cuando le dijiste: “Si tus descendientes obedecen mis leyes, como tú lo has hecho, te prometo que siempre habrá un descendiente tuyo que ocupe el trono de Israel”.


El Señor le hizo un juramento a David, y él nunca falta a sus promesas: «Pondré uno de tus descendientes en tu trono.


Has renunciado a tu pacto con él. Porque tú has echado su corona en el polvo.


Nos envió un poderoso salvador, que desciende del rey David, su siervo.


para dar luz a los que viven en tinieblas y en la más terrible oscuridad; para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».


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