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2 Crónicas 20:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

12 Dios nuestro, ¿no lo impedirás tú? Nosotros no podemos hacerle frente a este gran ejército. No sabemos qué hacer, pero estamos confiando en ti».

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

12 ¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Oh Dios nuestro, ¿no los vas a detener? Somos impotentes ante este ejército poderoso que está a punto de atacarnos. No sabemos qué hacer, pero en ti buscamos ayuda».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Oh Dios nuestro, ¿no harás justicia con ellos? Pues nosotros no tenemos fuerza para hacer frente a esta gran multitud que viene contra nosotros y no sabemos qué hacer. Pero nuestros ojos se vuelven a ti.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 ¡Oh Dios nuestro! ¿No los castigarás Tú? Porque no hay fuerza en nosotros contra esta gran multitud que viene contra nosotros, ni sabemos qué hacer; por eso volvemos nuestros ojos a ti.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 ¡Oh Dios nuestro! ¿No harás tú justicia contra ellos? Porque nosotros no tenemos fuerza frente a una muchedumbre tan grande como ésa que viene contra nosotros y no sabemos qué hacer. Pero hacia ti volvemos nuestros ojos'.

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2 Crónicas 20:12
24 Tagairtí Cros  

Entonces ella dijo: ―Júreme por Dios que no permitirá que nadie le haga daño a mi hijo. No deseo más derramamiento de sangre. ―Prometo por Dios —respondió él— que ni un solo cabello de tu hijo caerá a tierra.


Y ahora, señor mío, rey mío, todo Israel espera saber su decisión, pues todos quieren que les diga quién va a reinar después de usted.


Al día siguiente, cuando el criado del profeta se levantó temprano y salió al exterior, vio las tropas, los caballos y los carros por toda la ciudad. ―¡Ay, señor mío! ¿Qué haremos ahora? —exclamó ante Eliseo.


Todo Judá estaba delante del Señor con sus hijo pequeños y esposas.


A ti alzo los ojos en espera de ayuda, Señor soberano. Tú eres mi refugio; no permitas que me maten.


Continuamente buscan mis ojos el socorro que sólo tú, Señor, me ofreces, pues sólo tú puedes salvarme de las trampas de mis enemigos.


¡Oh Dios, defiéndeme de las acusaciones de estos implacables hombres mentirosos!


¡Pero, Señor, levántate airado contra la furia de mis enemigos! ¡Despierta! Exige que se me haga justicia, Señor.


Pero justifícame en público; establece mi honra y mi verdad ante todos ellos.


¡Oh Señor, levántate! No dejes que el hombre domine. ¡Haz que las naciones se presenten delante de ti!


Levántate, Juez de la tierra. Dales su merecido a los soberbios.


El Señor zanjará las disputas internacionales, todas las naciones transformarán las armas de guerra en herramientas de paz, por fin cesarán las guerras y terminará el adiestramiento militar.


y no se dará por satisfecho hasta que la verdad y la justicia prevalezcan en toda la tierra, y hasta que las lejanas tierras de ultramar hayan puesto en él su confianza.


Alce a mí los ojos el mundo entero en busca de salvación, porque yo soy Dios, y no hay otro.


Naciones, levántense pronto y suban al valle de Josafat, pues allí estableceré mi juzgado para pronunciar mi juicio sobre todas ustedes.


Entonces dije: “He sido arrojado de tu presencia. ¿Cómo me será posible volver a visitar tu santo templo de Jerusalén?”.


»Porque el Señor verá que su pueblo tenga justicia y tendrá compasión de ellos cuando se desvíen. Verá cuando su fuerza se agote, tanto en el esclavo como en el libre,


Vi entonces que el cielo estaba abierto y contemplé un caballo blanco cuyo jinete se llamaba Fiel y Verdadero, porque con justicia juzga y pelea.


Así que yo no he pecado contra ti; más bien tú me has provocado viniendo a hacerme la guerra. Pero el Señor el juez pronto mostrará quién de nosotros tiene la razón, si Israel o Amón».


―Vamos a donde están esos paganos —dijo Jonatán a su escudero—. Quizás el Señor haga algo por medio nuestro. Para él no hay diferencia en salvar con muchos o con pocos.


Le he advertido continuamente a él y a toda su familia que recibirán un castigo porque sus hijos blasfeman contra mí, y él no se les opone.


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