Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





2 Crónicas 19:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

7 Teman al Señor. Ajústense a sus indicaciones. Porque entre los jueces que son de Dios no debe haber injusticia ni parcialidad. Tampoco deben aceptar soborno».

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

7 Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de cohecho.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Teman al Señor y juzguen con integridad, porque el Señor nuestro Dios no tolera que se tuerza la justicia ni que se muestre parcialidad ni que se acepte el soborno».

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Que el temor a Yavé esté con ustedes. Cuiden bien lo que hacen, porque Yavé, nuestro Dios, no tolera que se hagan favores a uno más que a otro; no soporta a los jueces pervertidos ni a los que se dejan comprar con regalos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Ahora pues, el terror° de YHVH sea sobre vosotros. Proceded con cuidado, porque en YHVH nuestro Dios no hay injusticia, ni acepción de personas, ni admisión de soborno.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Ahora, pues, sea con vosotros el temor de Yahveh. Mirad lo que hacéis, porque no hay en Yahveh, nuestro Dios, ni injusticia ni acepción de personas ni admisión de soborno'.

Féach an chaibidil Cóip




2 Crónicas 19:7
27 Tagairtí Cros  

¡Jamás se te vaya a ocurrir matar al justo junto con el malvado! ¡Jamás vayas a tratar de la misma manera al justo y al malvado! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no hará lo que es correcto?


Al tercer día les dijo: ―Yo soy hombre temeroso de Dios. Por eso les voy a dar una oportunidad de probar lo que afirman.


La Roca de Israel me dijo: “El que reine con justicia, el que gobierne en el temor de Dios,


En cambio, los gobernadores que habían estado antes de mí habían exigido alimento, vino y cuatrocientos ochenta gramos de plata, y habían puesto la población a merced de sus ayudantes, quienes los maltrataban. Pero yo obedecí a Dios y no actué de esa manera.


No; se verán en grandes dificultades con él si con mentiras tratan de ayudarle.


Porque a él no le impresiona lo grande que un hombre sea, ni favorece a los ricos más que a los pobres. A todos los hizo él.


¿Acaso pervierte Dios la justicia?


¿Hasta cuándo, jueces, tomarán decisiones injustas? ¿Hasta cuándo concederán favores especiales a los malvados?


»No acepten soborno, porque los inclina hacia la parcialidad y daña la causa del inocente.


Les voy a decir quién puede vivir aquí: todas las personas honradas y justas que rehúsan obtener ganancias mediante fraude, que refrenan sus manos de recibir soborno, que se niegan a confabular con quienes planean homicidios, que cierran los ojos a todo lo que los atraiga al mal.


¡Se han vuelto expertos en hacer lo malo, a tal punto que no hay quien les supere en maldad! El gobernador exige recompensas, el juez acepta sobornos y el rico hace lo que le da la gana. ¡Por eso la ciudad se ha pervertido!


Decidieron enviar a algunos de sus hombres, juntamente con algunos herodianos, a formularle algunas preguntas. ―Señor —le dijeron—, sabemos que amas la verdad y que la enseñas sin miedo a las consecuencias.


―¡Ya veo que para Dios no hay favoritismos!


pues para Dios no hay favoritismos.


Ante todo esto, ¿qué podemos decir? ¿Es Dios injusto? ¡Claro que no!


Los grandes dirigentes de la iglesia no añadieron ni una tilde a mi mensaje. (No es que me importe que hayan sido grandes, porque Dios no juzga por las aparencias).


Y ustedes, amos, actúen de la misma manera con sus esclavos y dejen a un lado las amenazas. Recuerden que ustedes, al igual que ellos, tienen al mismo Señor en el cielo, y que él no tiene favoritos.


Dios es la Roca. Perfecta es su obra. Todo lo que hace es justo y bueno. Dios es fiel, no practica la injusticia.


Pero el que hace lo malo, recibirá como pago el mal que hizo, porque Dios no tiene preferidos.


Ya que ustedes dicen que es su Padre el que juzga las obras de cada uno sin tener favoritos, entonces vivan dándole la honra mientras estén de paso por este mundo.


Tomó dos bueyes, los cortó en pedazos, y los envió por todo Israel con este mensaje: «Esto es lo que le ocurrirá a los bueyes de cada uno que se niegue a seguir a Saúl y a Samuel a la batalla». Y Dios hizo que el pueblo sintiera temor por la ira de Saúl, y acudieron como un solo hombre.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí